Vox expulsa al presidente del partido en Melilla por sus críticas y por negociar con otros partidos sin consentimiento

Vox España ha hecho oficial este miércoles que ha expulsado del partido a su presidente en Melilla, Jesús Delgado Aboy, y ha comunicado a la Asamblea de la Ciudad Autónoma que está inhabilitado para formar parte de su grupo parlamentario, por lo que tendrá que renunciar al escaño y acogerse al grupo de no adscritos, después de unas grabaciones en las que criticaba a dirigentes nacionales como Santiago Abascal y Javier Ortega-Smith y por negociar con otros partidos sin consentimiento de la formación. Según ha informado la formación que preside Santiago Abascal, la pasada semana Vox destituyó a su presidente provincial, Jesús Delgado Aboy, «como consecuencia de sus actuaciones personales, incompatibles con ostentar la representación de esta formación política».

Asimismo, ha detallado que en la mañana de este miércoles se ha presentado en el registro de la Asamblea de Melilla un escrito que comunica la «inhabilitación para desempeñar cargo o función en el partido y/o en representación de este» de Delgado, a la vez que «se solicita su paso al grupo parlamentario de no adscritos».

La formación, que pasa de dos diputados a uno en la Asamblea melillense, ha explicado que «esta decisión ha sido tomada después de que Delgado incumpliera su compromiso con Vox de renunciar a su acta en la cámara tras indicársele desde la Vicesecretaria Nacional de Organización que no tenía la confianza de la formación para ejercer dichas funciones».

Al respecto, ha apuntado que «la pérdida de confianza en Delgado Aboy se ha producido tras varios comportamientos, tanto de su vida personal como de su actividad política, que chocan con los valores y principios defendidos por Vox».

En este sentido, ha detallado que «además de encontrarse en un proceso de investigación tras su paso por la presidencia del Colegio de Médicos de Melilla por un presunto caso de irregularidades en los gastos, ha intentado dañar la imagen de Vox con comportamientos que son inadmisibles y contrarios al régimen disciplinario con el que se comprometió al entrar en esta formación».

Entre ellos, ha destacado la difusión de conversaciones en las que criticaba abiertamente a los dirigentes de Vox y propagaba «mentiras», a la vez que amenazaba con salirse de la disciplina del partido y organizar otra formación.

Por último, han subrayado que «el uso de engaños en las explicaciones dadas a los responsables nacionales de esta formación y el mantenimiento de contactos con dirigentes de otros partidos políticos para alcanzar acuerdos sin el conocimiento de los responsables políticos han llevado a Vox a tomar la decisión de presentar el escrito de inhabilitación y abrir un proceso para su expulsión del partido».

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