El personal del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de La Princesa se ha dirigido oficialmente tanto a la Gerencia del centro como a la Dirección de Enfermería para exponer las condiciones en las que trabajan enfermeras y auxiliares en la atención urgente.
Hay ocho puestos de enfermería en el turno de mañana, nueve en el de tarde y seis en el de noche; seis auxiliares en la mañana, siete en la tarde y cinco por la noche. Unas 23 enfermeras y 18 auxiliares para cubrir una media de 270 urgencias diarias. “En los últimos meses hemos tenido picos de 325 pacientes en un día”, denuncian.
Aunque consideran también que la infraestructura es “poco idónea” para la atención adecuada a los pacientes, en esta ocasión denuncian solo la falta de personal. Porque durante todo el día sólo hay una persona en el triaje (el paso en el que se clasifica a los pacientes que acuden a Urgencias según su estado y necesidades de atención), que además se encarga de tomar las constantes a una media de 100 pacientes por turno.
Por si no es bastante con esas tareas, “la enfermera de triaje además tiene que salir a atender ambulancias para redirigirlas de manera adecuada”, explica la plantilla.
“En ocasiones la lista de espera para ser triados es de más de 30 personas, lo que supone no prever la gravedad de la consulta hasta pasada hasta una hora”. De hecho, la recomendación teórica es que un servicio de urgencias no debe demorar más de cinco minutos la valoración del riesgo del paciente, “supuesto que no se cumple en la mayoría de los casos”.
Las enfermeras y auxiliares subrayan que la población recibida en este centro tiene una media de edad muy alta, lo cual retrasa la gestión de las Urgencias “por dos causas fundamentales: el deterioro cognitivo y la falta de movilidad”.
Y ante todo este caos sus peticiones son modestas: una enfermera más en turno de mañana y otra de tarde para asumir todo el trabajo “sin incurrir en errores”.
En otro de los puestos clave en los servicios de urgencias, la consulta de enfermería médica, el personal denuncia que hay auxiliares asumiendo tareas de enfermeras porque éstas “no pueden dar más de sí” ante tal demanda.
Dentro de la multiplicidad de tareas que se reparten, la única enfermera al frente de la consulta de enfermería también “es uno de los profesionales que debe acudir a la emergencia”. De esta manera, el tiempo de demora de la consulta no hace sino demorarse cada vez que una emergencia lo requiere, porque solo hay una persona para todo. “Si es turno de noche no queda ninguna”, añaden.
Como las emergencias no son previsibles, las empleadas denuncian que esta compañera de la consulta de enfermería, tras atender a casos que requieren su atención a veces durante horas, regresa a un departamento colapsado en el que solo encuentra “trabajo acumulado tras una intervención estresante como son las emergencias”.
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