playa cuba
El presidente de la República lo debe saber muy bien. Sin embargo, en teleconferencia ante el Grupo de trabajo para la prevención del delito, la corrupción, las drogas, las ilegalidades e indisciplinas sociales nos ha llamado a un “verano tranquilo y ordenado”.
Con todo el respeto que merece veo muy difícil alcanzar esos resultados. Y no por pesimista, sino por realista. Tranquilidad y orden, elementos indispensables para lograr mejor resultado en cuanto nos propongamos en la vida, también están en el listado de las ausencias y carencias del día a día.
Es como el aquello de pedirle peras al olmo o como sentenciaba la abuela con lo del horno que no estaba para pastelitos.
Par de meses en extremo complejos donde desde la base no se observan mejoras en ninguna dirección. Un desgaste casi irreversible en múltiples destinos del quehacer cotidiano.
Crucemos dedos de manos y pies cuanto antes. Encendamos velas ante Santa Rita, la de los casos desesperados, o de santería a Orula y pidamos tranquilidad espiritual ante los desafíos presentes y por venir además de ordenar nuestros pensamientos en acto de sobrevivencia para estar a tono con el pedido presidencial.
Los ateos, que somos unos cuantos, nos las arreglaremos como podamos, que mañas tenemos.
Acceda a la versión completa del contenido
“Un verano tranquilo y ordenado”
Tras la crisis financiera de 2008 y el parón de la pandemia, la respuesta fue…
Las principales organizaciones ecologistas y de derechos humanos han reaccionado con dureza al resultado de…
Las autoridades palestinas han señalado que las cifras podrían aumentar en las próximas horas debido…
En un país que lleva el jamón como estandarte, no es difícil imaginar que un…
La activación de estos protocolos diplomáticos buscarían garantizar la protección del personal español desplegado en…
La aprobación del nuevo acuerdo global en la COP30 de Belém ha reforzado el impulso…