En un momento de gran tensión geopolítica, la cumbre del G7 celebrada en las Montañas Rocosas canadienses se vio marcada por la abrupta salida del presidente estadounidense, Donald Trump, a causa del conflicto entre Israel e Irán. La situación en Oriente Medio ha llevado a que las prioridades diplomáticas se desplacen bruscamente, dejando en segundo plano otras negociaciones clave. A pesar del clima tenso, Trump aprovechó su estancia para cerrar un acuerdo comercial con el Reino Unido y realizar declaraciones polémicas sobre la inclusión de Rusia y China en el grupo.
La salida anticipada de Trump fue confirmada por la Casa Blanca, que justificó la decisión por el recrudecimiento del enfrentamiento entre Israel e Irán, que ya lleva cinco días y ha dejado decenas de fallecidos en ambos países.
Trump declaró que Irán “no está ganando esta guerra” y urgió a sus líderes a negociar un acuerdo nuclear antes de que sea “demasiado tarde”. “Ya han tenido 60 días para llegar a un acuerdo”, recordó, responsabilizando a Teherán por no haber frenado la ofensiva israelí.
Trump urgió a Irán a retomar el diálogo nuclear tras cinco días de bombardeos israelíes
Los líderes del G7, entre ellos Keir Starmer, Emmanuel Macron, Giorgia Meloni y Friedrich Merz, convocaron una reunión informal para debatir el conflicto. Alemania prepara una propuesta de comunicado en el que se enfatiza que Irán no debe obtener material nuclear con capacidad armamentística.
El primer ministro canadiense y anfitrión del evento, Mark Carney, subrayó la gravedad del momento: “El mundo está más dividido y es más peligroso”.
A pesar de la tensión diplomática, Trump y Starmer anunciaron un nuevo acuerdo comercial bilateral, centrado en reducir aranceles sobre las importaciones británicas del sector automovilístico y aeroespacial.
El pacto aún deja pendientes temas delicados como el acero, pero se percibe como una victoria política para ambos mandatarios. El objetivo es fomentar el empleo y abrir nuevos mercados, beneficiando a empresas como Rolls Royce.
Trump y Starmer sellan un acuerdo comercial clave para automóviles y aeroespacial, dejando el acero para futuras negociaciones
Trump añadió un nuevo elemento de tensión al sugerir que el G7 debería transformarse en un G8 con Rusia o incluso en un G9 incluyendo a China. Justificó su propuesta diciendo que la expulsión de Rusia en 2014 fue un “gran error” y que eso ha contribuido a los actuales conflictos bélicos.
“Putin habla conmigo. No habla con nadie más”, dijo, enfatizando su papel como interlocutor directo con Moscú. Los comentarios han sido recibidos con preocupación, dada la política autoritaria de los gobiernos ruso y chino.
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