Admirada activista, líder del Movimiento Juventud por el Clima, a sus dieciséis años, sin bienes de fortuna, ni ayudas de grandes multinacionales, ni crowdfunding a su favor, como el Niño Jesús entre los doctores en la escena descrita por el evangelio de San Lucas, la hemos visto arrasar en la cumbre del Cambio Climático celebrada estos días en Madrid.
Su conducta queda al alcance de privilegiados. No podría servir de norma universal, conforme al imperativo categórico kantiano. En India se hablaba de “la fortuna que costaba mantener a Ghandi pobre”.
Con Greta, sucede lo mismo.
Acceda a la versión completa del contenido
Telegrama para Greta Thunberg
Así lo ha hecho este domingo durante su visita al Centro de Coordinación Operativo Contraincendios…
“Vemos que Rusia rechaza numerosos llamamientos a un alto el fuego y aún no ha…
España se prepara para un domingo marcado por el calor extremo, con hasta 18 avisos…
Los investigadores analizaron diez de los navegadores con IA más utilizados —entre ellos ChatGPT de…
La Habana, Ciudad Maravilla desde el 2014 según la Fundación 7 Wonders, se nos está…
Posteriormente, el jefe del Ejecutivo hará una declaración en un Puesto de Mando Avanzado. Asimismo,…