Esperanza Aguirre
Muy señora mía, su dimisión como concejal y portavoz del grupo municipal del Partido Popular de Madrid, resulta de la asunción de responsabilidades por el incumplimiento de sus deberes “in vigilando” e “in eligendo”. Su entorno parece una charca plagada de ranas y los jefes responden de su honradez personal pero también de la de sus equipos.
Ahora otros dirigentes peperos quedan emplazados a hacer otro tanto. Aquellos caballos que no necesitan pienso, que se alimentan del ruido de su galope, aludidos en un aforismo de Elías Canetti parecen extinguidos en política, donde todo es codicia.
Acceda a la versión completa del contenido
Telegrama para Esperanza Aguirre
Posteriormente, el jefe del Ejecutivo hará una declaración en un Puesto de Mando Avanzado. Asimismo,…
Será la primera visita a la Casa Blanca del mandatario ucraniano desde el fallido encuentro…
La guerra en Ucrania cumple ya 1.269 días y el esperado cara a cara entre…
La automoción es uno de los sectores clave de la economía alemana, pero se enfrenta…
Trump acompañó a Putin por una larga alfombra roja hasta un podio flanqueado por cuatro…
El presidente de la Xunta ha revelado en la red social X de que ha…