La cancelación de la producción de su teléfono podría reducir el resultado operativo del cuarto trimestre en curso y del primer trimestre de 2017 en unos 2.800 millones de euros. El fabricante surcoreano Samsung aguarda más pérdidas drásticas hasta comienzos del próximo año, tras la debacle sufrida con su smartphone Galaxy Note 7.
La cancelación de la producción de su teléfono podría reducir el resultado operativo del cuarto trimestre en curso y del primer trimestre de 2017 en unos 3,5 billones de won (unos 2.800 millones de euros), según lo dio a conocer hoy viernes la compañía.
Samsung ya había rebajado el miércoles en un tercio su previsión de beneficio operativo para el tercer trimestre.
La empresa surcoreana decidió retirar de la venta y cancelar la producción de Galaxy Note 7 después de que volviesen a incendiarse algunos modelos que habían sido restituidos por los iniciales, que también dieron problemas.
Ningún gran fabricante se había visto obligado antes a retirar un teléfono inteligente del mercado por motivos de seguridad.
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