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«Somos felices aquí»

La Habana

La Habana

Enemigos, adversarios y humoristas callejeros propensos al éxodo le agregaban algo más a sus peculiares consignas. En esta de “Somos felices aquí”, le añadieron la coletilla de “pero qué bien se vive allá”.

Bajo el paraguas de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, la misma que invariablemente aprueba casi por unanimidad el cese del bloqueo imperial a Cuba, acaba de darse a conocer el Informe Mundial sobre la Felicidad 2023.

Extrañamente, Cuba no aparece en ese ranking mundial de Felicidad, encabezado por Finlandia (sexto año consecutivo) y numerosas naciones europeas, con de últimos en la fila de más de cien países a Afganistán y Líbano.

El controvertido documento, de 153 páginas, está suscrito por John Helliwel, editor del estudio y director de programa en el Instituto Canadiense de Investigaciones Avanzadas de la Escuela de Economía de Vancouver.

Como que cada cual es como es, a los españoles no les ha dado ni frío ni calor haber descendido del 25 al 32, mientras que los vietnamitas han celebrado hasta con cohetes, subir cuatro puestos para alcanzar el 79.

Más allá de lo que nos dicta la Real Academia del significado de felicidad, además de las seis variables que abordaron los investigadores, no es menos cierto que sería interesante conocer las razones por las cuales no fuimos incluidos en el estudio e ir a esa singular competencia internacional este pasado 20 de marzo, Día Internacional de la Felicidad, según la ONU.

Siempre cubanos y precursores, me quedo con la interrogante de toda una vida de mi amigo Alfredito Ruiz Roche, que debió ser invitado al estudio y cuyo saludo de saque siempre ha sido “¿Y cómo está tu nivel de felicidad?”.

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