Mark Zuckerberg
Facebook continúa su ‘annus horribilis’. Apenas siete meses después de que estallara el escándalo Cambridge Analytica, que puso de manifiesto los fallos de la plataforma a la hora de proteger los datos de sus usuarios, las acciones de la plataforma vuelven a desinflarse en medio de una desbandada de directivos y la pérdida de la paciencia de los inversores, que han reclamado ‘la cabeza’ de su presidente, Mark Zuckerberg.
En lo que va de año, los títulos del gigante tecnológico acumulan una caída cercana al 15% que ha dado al traste con la tendencia alcista que reflejaba su gráfica bursátil desde 2013. La situación llevó la semana pasada a los principales fondos de inversión públicos estadounidenses que poseen acciones de la compañía a emitir un comunicado animando al resto de accionistas a forzar la dimisión de Zuckerberg como presidente de la Junta Directiva.
En el escrito, llaman a sumar fuerzas a la propuesta lanzada a principios de verano por Trillium Asset Management, fondo de inversión privado de referencia en el ámbito de la inversión social y comunitaria en el país norteamericano (y uno los accionistas más notables de Facebook) que exigía separar el cargo de presidente del consejo de administración del de CEO, algo que ya ocurre en la mayoría de las tecnológicas.
Afirman que de esta manera, se llevaría a cabo una supervisión más independiente para evitar los escándalos que han salpicado a la red social este año: la fuga de datos, la proliferación de las ‘fake news’, la viralización de mensajes y noticias xenófobas que acaban en violencia o el haber engordado sus estadísticas sobre visualización de vídeos.
A pesar de esta iniciativa de los inversores, Zuckerberg está blindado, pues antes de donar a su fundación caritativa el 99% de sus acciones en Facebook, hizo cambios para asegurarse más del 50% de los votos. Sin embargo, el malestar de los accionistas está pesando en la cotización y en la imagen pública del fundador de la red social.
La compañía se enfrenta además a una fuga de ejecutivos importantes. El pasado lunes anunció su renuncia Brendan Iribe, cofundador de Oculus, la empresa de realidad virtual adquirida por Facebook en 2014. Hace un mes, abandonaron el grupo los cofundadores de Instagram, Kevin Systrom y Mike Krieger, y en mayo ya lo hizo el cofundador de WhatsApp que aún permanecía en la tecnológica, Jan Koum. Algunos medios explican estas salidas por las diferentes visiones entre Zuckerberg y sus ejecutivos respecto al modelo de negocio de las empresas adquiridas por la red social.
Además, a estas salidas hay que sumar las de Elliot Schrage, jefe de comunicaciones y relaciones públicas, o Alex Stamos, jefe de seguridad. Hasta diez directivos han abandonado Facebook en 2018.
Todo a ello ha llevado a la plataforma social a poner en peligro los 150 dólares por acción y a acercase de nuevo a sus mínimos anuales a menos de dos semanas de la presentación de sus resultados correspondientes al tercer trimestre del ejercicio.
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