El presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, junto al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en el Congreso.
La culpa de todo la tiene Pablo Iglesias. Eso es al menos lo que afirma el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que responsabiliza al líder de Unidas Podemos de que ambas formaciones no hayan llegado aún a un acuerdo de cara a la sesión de investidura que arranca el lunes. Según el socialista, Iglesias, y su deseo de ocupar una vicepresidencia, “es el principal escollo” en las negociaciones.
“El principal escollo para el pacto es la participación de Iglesias en Gobierno”, ha explicado Sánchez en una entrevista en Al Rojo Vivo en la que ha lamentado que “el 99,9% de conversaciones no han sido de contenidos”. Todo lo contrario. Los contactos, ha continuado, han estado marcados por el interés de Iglesias de tener un ‘sillón’ en el Consejo de Ministros. Esta ha sido, según el líder del PSOE, la principal “discrepancia” cada vez que ha hablado con el máximo responsable de Unidas Podemos.
A pesar de no querer “entrar a airear conversaciones privadas”, el jefe del Ejecutivo y candidato a la investidura ha insistido una y otra vez en las ansias de poder que, según él, han movido a Iglesias durante toda la negociación. Algo ante lo que le ha pedido que de un “paso atrás”, ya que su oferta “sigue en pie hasta la próxima semana”.
Pedro Sánchez ha rechazado también la presencia del secretario general de Unidas Podemos en un futuro Gobierno porque “no funcionaría” debido a las “discrepancias” que tienen sobre asuntos como Cataluña y el juicio por el procés. “No me puedo permitir el lujo de tener a un vicepresidente que mirará para otro lado”, ha afirmado el socialista, que ha censurado también que Iglesias no ‘controla’ a los suyos en alusión al ‘no’ de su diputada en La Rioja.
Para el presidente del Gobierno tener a Iglesias en su equipo sería un lastre que no está dispuesto a aceptar. De ahí que haya defendido que el líder de Podemos no puede estar en el Ejecutivo. Y menos aún, alguien que “me quiere vigilar”. Dicho esto, ha insistido en la tesis lanzada por su partido de que el PP se abstenga y facilite su investidura.
Sobre lo que no ha dicho nada ha sido sobre las carteras exigidas, supuestamente, por Iglesias para apoyarle. Sánchez se ha mostrado disgustado porque se haya filtrado que en la Ejecutiva del PSOE de este jueves haya asegurado ante los suyos que el líder de la formación morada ha reclamado una vicepresidencia, así como las carteras de Hacienda y Trabajo. Algo que ha eludido confirmar y que él mismo negó el lunes en una entrevista en la SER.
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