Laboratorios Rovi
La farmacéutica Rovi ha presentado este jueves sus resultados correspondientes al primer semestre del año ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en los que se constata una ligera contracción de su beneficio y rentabilidad operativa. A pesar del descenso, la compañía continúa reforzando su estrategia de inversión en I+D, con una importante subvención pública que respalda sus planes de desarrollo. El comportamiento dispar entre sus líneas de negocio marca el rumbo de este ejercicio, condicionado por la incertidumbre sobre la demanda de vacunas.
Entre enero y junio, Rovi obtuvo un beneficio neto de 39,7 millones de euros, lo que supone una caída del 10% respecto al primer semestre de 2024, cuando alcanzó los 44,3 millones. El Ebitda también retrocedió un 6%, situándose en 65,6 millones de euros, con una reducción del margen operativo de 0,4 puntos, hasta el 20,9%.
Según la compañía, el principal motivo de esta caída es el incremento en los gastos de investigación y desarrollo (I+D). De hecho, si se hubiera mantenido el mismo nivel de gasto en este apartado que en 2024, el Ebitda habría aumentado un 0,5%, alcanzando los 70,2 millones de euros, con un margen del 22,3%.
El resultado neto de explotación (Ebit) se redujo en la misma proporción, un 10%, hasta los 50,9 millones de euros.
Los ingresos operativos de Rovi entre enero y junio alcanzaron los 314,6 millones de euros, lo que representa un descenso del 4%. Esta caída se debe, en gran medida, al mal comportamiento de su división de fabricación a terceros, cuyas ventas bajaron un 35%, hasta los 77,2 millones de euros.
En contraste, el negocio de especialidades farmacéuticas mostró un rendimiento positivo, con un incremento de ventas del 13%, hasta los 237,4 millones de euros, lo que amortiguó parcialmente el impacto global en la cifra de negocio.
De cara al cierre del año, Rovi mantiene una previsión prudente. Espera una caída de los ingresos operativos dentro de la banda media de la primera decena, es decir, entre 0% y 10%, con respecto a 2024. La compañía advierte, sin embargo, de la dificultad para realizar estimaciones precisas debido a la escasa visibilidad sobre la evolución de la demanda de vacunas.
«Un ejemplo de dichos factores podría ser la escasa visibilidad que tiene la compañía para prever cómo puede evolucionar la demanda y producción respecto de la campaña de vacunación que se implementaría en el ejercicio 2025», ha señalado la farmacéutica en su comunicado.
En paralelo, Rovi ha recibido un respaldo público clave para su estrategia de crecimiento. El pasado 9 de julio, el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) confirmó la concesión de una subvención de 36,3 millones de euros para el proyecto LAISOLID, que abarca desde enero de 2023 hasta agosto de 2026.
La empresa prevé registrar en el tercer trimestre de 2025 los ingresos correspondientes a los gastos realizados desde el inicio del proyecto y espera cobrar la totalidad de la ayuda una vez finalizados los trámites administrativos.
Juan López-Belmonte Encina, presidente y consejero delegado de Rovi, ha subrayado que «la empresa se encuentra en un momento en el que invertir es esencial para impulsar su crecimiento y posicionar a la compañía para asegurar el éxito a largo plazo».
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