«Le sugiero amablemente a nuestros amigos europeos que tengan calma y actúen de forma proporcionada», ha dicho el ministro británico para el Brexit, David Frost, en una comparecencia ante la Cámara de los Lores en la que ha aludido a medidas como la posible ruptura del acuerdo de libre comercio. Sería una represalia «masiva y desproporcionada», en su opinión.
Las diferencias de criterio sobre la aplicación del protocolo norirlandés, que Londres incumple desde enero, han vuelto a tensar las relaciones y el pasado viernes, al término de una reunión en Bruselas, el negociador de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, ya habló abiertamente de que podría haber «consecuencias graves».
Frost ha dicho que, si su Gobierno cumple con la amenaza y termina de romper el protocolo, lo haría «confiado» y teniendo en cuenta sus «obligaciones legales». En este sentido, ha defendido la necesidad de seguir manteniendo contactos con el bloque comunitario, según la agencia de noticias Bloomberg.
La próxima cita será el viernes en Londres, donde volverán a verse las caras Frost y Sefcovic. Por ahora, ninguna de las partes pone plazo a un diálogo cargado de advertencias cruzadas, si bien el negociador europeo insistió el pasado viernes en «centrar todos los esfuerzos en dar con una solución tan pronto como sea posible».
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