El Papa Francisco (Foto: Stefano Spaziani - Europa Press)
El Papa Francisco ha sufrido una crisis respiratoria asmática prolongada este sábado, lo que ha requerido la aplicación de alto flujo de oxígeno, según el último parte médico del Vaticano. Además, el Pontífice ha recibido transfusiones de sangre debido a anemia y trombocitopenia (bajada de plaquetas), lo que podría indicar que su organismo no está logrando frenar la infección.
Teresa Pérez Warnisher, neumóloga de la Clínica Universidad de Navarra, ha explicado que estos síntomas pueden sugerir la progresión de una neumonía bilateral derivada de una bronquitis y que el Papa podría estar acercándose a una infección grave o incluso a una sepsis.
«Hablan de las plaquetas y de la anemia, y es por ello que ha requerido transfusión. Lo más seguro es que eso también esté relacionado con la propia infección, que está empeorando», ha señalado la especialista
El Vaticano ha confirmado en la tarde de este sábado que el estado del Papa «sigue siendo crítico» y que «no está fuera de peligro», a pesar de más de una semana de ingreso en el Hospital Gemelli de Roma.
Los análisis de sangre han evidenciado una bajada de plaquetas y anemia, lo que ha requerido la administración de transfusiones de sangre, aunque el Vaticano no ha especificado si se trataba de glóbulos rojos o plaquetas.
La neumóloga advierte que la necesidad de transfusiones y terapias avanzadas de soporte indica un empeoramiento de la infección y una insuficiencia respiratoria severa.
«La información es bastante escueta, pero si se analiza el cuadro clínico en conjunto, todo apunta a que la infección está empeorando», ha afirmado la doctora Pérez Warnisher
El comunicado oficial menciona que el Papa ha experimentado más dolor que el día anterior, aunque la experta considera que este síntoma podría deberse a la postura prolongada en cama más que a la infección en sí.
«Si tiene dolor, asumo que no tiene conexión directa con el empeoramiento, sino más bien con estar encamado varios días o entre cama y sillón», explica la especialista
En cuanto a la mención del «pronóstico reservado» en el comunicado del Vaticano, Pérez Warnisher interpreta que están «siendo muy prudentes», pero que es evidente un empeoramiento significativo en las últimas horas.
«No quiere decir que no pueda mejorar, pero ahora mismo la evolución no es buena», advierte la neumóloga.
Otro dato alarmante del parte médico es la necesidad de aplicar oxígeno de alto flujo, lo que indica una insuficiencia respiratoria severa.
Aunque el Papa no ha requerido intubación ni sedación, el uso de oxígeno de alto flujo demuestra que su organismo tiene dificultades para intercambiar oxígeno de manera eficiente.
«Ya son palabras mayores. Estamos ante un cuadro de bastante gravedad», ha advertido la especialista
El estado de salud del Papa Francisco sigue generando gran preocupación en el Vaticano y entre los fieles en todo el mundo. La falta de mejoría en los últimos días y la aparición de nuevos síntomas hacen temer una evolución desfavorable.
Las próximas horas serán cruciales para determinar si el Pontífice puede superar esta crisis de salud o si su estado seguirá deteriorándose.
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