Dos mujeres con mascarilla pasean en Lisboa
Las autoridades sanitarias de Portugal tienen registrados más de 740.000 casos de COVID-19 desde que comenzó la pandemia, después de confirmar este miércoles unos 9.000 positivos más en las 24 horas previas, y en un momento en el que la presión hospitalaria está en niveles sin precedentes en territorio luso.
En concreto, la Dirección General de Salud tiene registrados 740.944 positivos, 9.083 más que el martes, mientras que 563.174 enfermos han recibido el alta desde el inicio de la pandemia. Al menos 13.257 personas han perdido la vida, 240 más que en el balance previo.
El dato de personas hospitalizadas ha descendido ligeramente, hasta las 6.684, pero ha aumentado en cambio a 877 el número de quienes permanecen en unidades de cuidados intensivos. La presión se hace especialmente palpable en áreas como Lisboa, cuya región ha sumado este martes 4.544 casos de COVID-19.
La petición de ayuda a otros países se ha traducido ya en la llegada de personal médico y equipos desde Alemania. Un Airbus A400M con ocho médicos y 18 paramédicos militares ha llegado a Lisboa procedente de la base militar de Wunstorf para reforzar un hospital que atiende a enfermos graves.
El primer ministro, António Costa, ha subrayado este martes la importancia de la campaña de vacunación ya en marcha, en la medida en que es la «garantía» de la erradicación de la pandemia, y ha llamado a respetar los criterios establecidos por las autoridades sanitarias. Unas 400.000 personas ya han recibido al menos una dosis del fármaco, según la cadena RTP.
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