El Alcázar de Toledo es otro de los lugares de titularidad del Estado que alberga restos de militares franquistas
El grupo parlamentario de Podemos en Castilla-La Mancha va a registrar el lunes una proposición no de ley para instar al Gobierno central a que retire los restos de los militares José Moscardó y Jaime Milans del Bosch del Alcázar de Toledo, que acoge el Museo del Ejército y la Biblioteca de Castilla-La Mancha, aprovechando el tirón de la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos.
El secretario general de Podemos Castilla-La Mancha, José García Molina, ha tildado de “vergüenza democrática” para el país que “estos traidores, declarados enemigos de la democracia y de las libertades”, estén enterrados en el Alcázar y puedan ser “objeto de culto y exaltación”, tal y como informa elindependiente.com.
García Molina, que también es vicepresidente segundo del Ejecutivo autonómico que preside Emiliano García-Page, ha apelado a la Ley de Memoria Histórica, que sancionó en su momento que era “un deber inaplazable” de la democracia española rendir homenaje y cuidar a las personas que habían sufrido agravios durante la Guerra Civil y la dictadura.
Por ello considera que la persistencia de algunos de esos símbolos y monumentos es “un atentado contra los valores democráticos y de los derechos humanos”, y está impidiendo “que podamos reconciliarnos con nuestro pasado y curar o cicatrizar las heridas”, así como construir las bases “sólidas y definitivas” para una convivencia democrática “normal y normalizada”.
El líder regional de Podemos ha recordado que ha pasado más de una década desde que se aprobó la Ley de Memoria Histórica y ha lamentado que “sigue sin cumplirse y sin materializarse”, y en este sentido ha indicado que hay partidos políticos en este país a los que “no les parece una cuestión prioritaria y no tienen ninguna necesidad de hacerlo”.
El general Moscardó, el militar golpista es considerado un héroe por la dictadura franquista por sublevarse contra el gobierno de la República y ocupar el Alcázar de Toledo, está enterrado en una exclusiva cripta del mismísimo Alcázar. Junto a él, está enterrado allí desde 1997 en plena democracia otro militar golpista, Jaime Milans del Bosch. El motivo, Milans del Bosch también participó durante la Guerra Civil en la defensa del Alcázar de Toledo. Posteriormente, luchó como voluntario español en la División Azul durante la Segunda Guerra Mundial. El ex teniente general fue uno de los militares de más alta graduación que organizó y ejecutó el intento de golpe de Estado contra la democracia el 23 de febrero de 1981, por lo que fue juzgado y condenado a 26 años de prisión, aunque fue excarcelado en 1990.
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