Ancianos
Los pensionistas en España, alrededor de nueve millones, cada vez tienen más empañada la tranquilidad que debió proporcionarles su esfuerzo en la vida activa. Todos los días aparecen en los medios noticias e informaciones que suscitan su preocupación. La hucha que guardaba las reservas se ha agotado, el sistema empieza a mantenerse con préstamos y los políticos, que no supieron administrar de forma adecuada la economía del sistema, miran para otra parte preocupados por el estatus que la demagogia coyuntural les proporcionará en las próximas elecciones.
En otros países democráticos los pensionistas constituyen un colectivo social muy influyente, su voz es escuchada con el respeto que merece la edad y su voto mayoritario esperado siempre como decisivo. Pero en España los jubilados no se han hecho respetar; asumen con indiferencia que se les haya relegado al baúl de la historia y su futuro se les ha vuelto un vivir sin vivir en sí que amarga sus últimos años en este mundo. Mientras los políticos pasan, los intereses sin escrúpulos aprovechan la incertidumbre para hacer su agosto ofreciendo planes de pensiones privados cuya propaganda no desdeña desdeñar los públicos.
Con mucha frecuencia se olvida – un olvido generalizado, y a veces de apariencia intencionada -, de que las pensiones que perciben los beneficiarios no son una dádiva ni un regalo generoso de los gobiernos de turno que prometen subirlas como método para captar votos. Nada de eso, los pensionistas han cotizado, privándose de dinero que les hacía mucha falta para sacar a sus familias adelante, para asegurarse una vejez mínimamente confortable, y no para que ahora se les asuste con la amenaza de que cualquier mes de estos no van encontrarse con el ingreso de la pensión en el banco.
Que hay problemas, es evidente y que resolverlos con el equilibrio actual entre trabajadores en activo y trabajadores jubilados es insostenible, también. Pero, ¿para qué están los gobernantes y los legisladores si no es para resolverlos y para darles la prioridad que la suerte de tantas y tantas familias exige? Los pensionistas son el sector de la sociedad más incapacitado para afrontar el futuro por sus propios medios y son el sector de la sociedad que ya se ha hecho acreedor sin discusión de ningún tipo a la remuneración que recibe.
Acceda a la versión completa del contenido
Pensionistas, vivir sin vivir en sí
La llegada de una masa de aire atlántico más fresco, impulsada por el paso de…
Los devastadores incendios forestales que afectan a varias comunidades han encendido la disputa política. Desde…
Cómo un deporte nacido en 1965 ha conquistado el presente con su accesibilidad, sociabilidad e…
La presión social en Israel ha alcanzado un punto crítico. La huelga nacional, acompañada de…
Galicia vive uno de los episodios más graves de incendios forestales desde que existen registros.…
La revista, conocida por su emblemática selección de la ‘Persona del Año’, busca con esta…