Categorías: Opinión

El gran botijo

«Interior piensa comprar un camión de los que usan las policías en otros países para dispersar manifestantes a base de ‘manguerazos'» Interior al tiempo que ultima la Ley de Seguridad Ciudadana piensa comprar un camión-botijo de los que usan las policías en otros países para dispersar manifestantes a base de “manguerazos”. No es que no tuviéramos aquí, (los tenemos pero no se usan desde que Alfonso Guerra iba de joven promesa), la compra obedece a otros criterios más actualizados y el primero de ellos es que Interior prevé que la algarada callejera se convierta en un canal de expresión incómodo para el poder.

De momento algunos mandos policiales estiman que es una locura tirar de camión-botijo que además de caro no tiene capacidad de maniobra en las calles estrechas, y puede provocar lesiones importantes debido a la presión del chorro por mucho que el ministro del Interior nos lo quiera vender como una máquina inocente que disuelve concentraciones de manera pacífica y que de paso riega las macetas de los vecinos que asomados a sus balcones vitorean el paso del mastodonte mecánico. Y no es así.

A unos no les convence por su escasa utilidad y a otros por su precio elevado. Ahora que conocemos los correos de Blesa podemos hacer la comparativa y darnos cuenta de que ese camión cuesta lo mismo que aquel criticado coche que el entonces presidente de Caja Madrid adquirió como capricho. Más bien parece que es el ministro el que se quiere blindar de la calle pagando el precio que sea; de momento es medio millón de euros más lo que cueste llenar sus dos depósitos: el de gasolina y el de agua. El ministro se atrinchera detrás de la realidad y lo hace en su almena favorita del castillo mas escarpado del reino.

En adelante preparémonos para ver cómo avanza por las calles este dinosaurio hidráulico que viene para poner en remojo a las voces discordantes. Y preguntémonos si tan peligrosos resultamos los ciudadanos para el poder, por qué tanta prevención y medidas represivas, ¿acaso somos malos por naturaleza? Volverán a pagar justos por pecadores porque a quienes acuden para reventar una manifestación el botijo no sólo no les corta el entusiasmo si no que les provoca cierta dosis de adrenalina. Contra esos hay que ser contundente pero no hace falta duchar al resto de la ciudadanía que se manifiesta de manera legítima.

Y, por supuesto, agárrense para evitar la fuerza del chorro porque de un empujón colosal puede acabar en una alcantarilla hasta alcanzar el remanso de un lago de heces de los muchos que tienen las tripas de una ciudad.

Acceda a la versión completa del contenido

El gran botijo

Rafael Martínez-Simancas

Entradas recientes

Fiscales europeos alertan del riesgo de procesos «oportunistas» que amenazan la independencia judicial en España

En un artículo conjunto publicado este domingo en el diario portugués Público, seis juristas de…

3 horas hace

El deterioro de la sanidad andaluza desata una nueva ola de protestas en defensa del sistema público

La movilización llega tras semanas de polémica por los fallos en el programa de cribado…

7 horas hace

Pedro Sánchez descarta elecciones, pide acuerdos con el PP y defiende la inocencia del fiscal general

El presidente ha recalcado que el Gobierno está cumpliendo los acuerdos de investidura, tanto con…

8 horas hace

Mapa del coche eléctrico e híbrido en España: estas son las localidades con mayor presencia

El auge de los coches híbridos y eléctricos, +21,3% en 2024, contrasta con el alza…

9 horas hace

Cribado de cáncer Madrid : el error que expone la brecha entre comunidades en la lucha contra el cáncer

Hasta hace apenas unas semanas, Madrid presumía de cifras récord. En 2024 se realizaron 356.997…

16 horas hace

La tasa de basuras: desigualdades y modelos municipales tras la nueva obligación estatal

Mientras algunas ciudades vinculan el cobro al valor catastral o al consumo de agua, otras…

16 horas hace