La señora Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, ha anunciado hoy las bases de la reforma laboral que llevará a cabo el Gobierno, que no sabemos si gustará en Europa. Yo le he preguntado a mi jefe, por aquello de que es el que me ha contratado y de él depende también mi puesto de trabajo. Su contestación no me lleva al optimismo, porque según me ha contado, no le ha hecho mucha gracia.
Mi jefe cree que una ley que piensa en términos de despido en vez de en términos de contratación nunca es buena. “Es deficiente si lo que se pretende es alentar los contratos para jovenes”, matiza.
En especial, no le gusta el hecho de que, después de un contrato de formación que supone una inversión por parte de las empresas, no haya alternativas para prorrogar esa relación sin que suponga un aumento de costes. Y otros empresarios, como mi jefe, pensarán igual. Espero que no esté muy enfadado, porque tal vez de aquí a unos meses no me renuevan el contrato…
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Esta reforma laboral no está bien pensada
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