Historias para no superar el miedo a volar

Dicen que el sueño del hombre es volar libre como los pájaros y que por eso desde tiempos inmemoriales anda inventando aparatos que le permitan surcar los cielos, pero lo cierto es que a la mayoría de los mortales lo de andar por los alturas le produce una cierta zozobra que hace que, por ejemplo, cuando se suben a un avión no las tenga todas consigo. Y hay algunas noticias que no contribuyen especialmente a tranquilizar al personal.

Por ejemplo, leemos que un hombre intentó saltar de un avión cuando éste se encontraba a 8.000 metros de altura. ¿Para qué? Pues con el peregrino argumento de que quería hablar con Dios para pedirle explicaciones y ayuda tras ser despedido del trabajo. El susodicho, de nombre Abdullah Seyd Ahmed, trató de abrir la puerta y saltar de un aparato que viajaba a El Cairo, algo que, afortunadamente le impidieron tripulación y pasajeros, que le maniataron para evitar sustos.

Tampoco sosiega mucho que se diga que un piloto se quede atrapado en el baño en pleno vuelo en un aparato de un súper país como Estados Unidos. El incidente en cuestión tuvo lugar en un trayecto entre Carolina del Norte y Nueva York cuando poco antes de aterrizar el piloto se quedó encerrado en los aseos.

El hombre golpeó la puerta y un pasajero que escuchó los ruidos trató de a explicarle la situación al copiloto, pero éste se asustó ante la posibilidad de que fuera un atentado terrorista y la torre de control decidió que el aparato hiciera un aterrizaje de emergencia y se alertó a aviones de combate. Al final, el piloto pudo salir del baño y el vuelo finalizó sin incidentes. Pero ¿a que da que pensar?

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