Perdón de los pecados

Hay quién vive para jugar con su Iphone, en el pequeño teclado de este invento de Apple se encuentran todo tipo de juegos y de pasatiempos. Lo mismo puedes aprender a cocinar como un chef que a volar en un caza antiguo, o echar una partida de ajedrez con un turco.

Una de estas aplicaciones ha generado inquietud en la Iglesia católica que recuerda que no se puede uno confesar a través de un Iphone. Lo que no sabe la Iglesia es la cantidad de pecadores anónimos que prefieren contarle lo suyo a un teléfono antes que a un cura; evidentemente eso es competencia desleal, por eso recuerdan que la única confesión válida es la que se hace ante un ministro de la Iglesia. Se recuerda a los abonados que Roma no ha elaborado esta aplicación y que pueden incurrir en pecados más graves sí continúan jugando al perdón digital de los pecados.

Mucho me temo que detrás de esta aplicación está Berlusconi que trata de librarse del fuego del infierno a través de un icono en la pantalla. También hay que tener en cuenta al elevado número de personas que se aburren como una ostra y que a alguien tienen que contar lo suyo.

La parte positiva es el propósito de enmienda; mientras se confiesa no pecan, y mientras abren su alma no dan rienda a sus bajas pasiones. Aunque tampoco tiene un sentido muy práctico ahora que el Papa ha negado el purgatorio y pone en duda al infierno. Habrá que descargarse la aplicación antes de que la prohíban, Lutero no tenía teléfono móvil y la lió parda.

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