Icono del sitio EL BOLETIN

Curvas seductoras para la democracia

Urna

La consolidación de Ciudadanos como el cuarto partido más relevante del país (según el CIS) puede estimular a una sociedad adormecida por el bipartidismo tradicional. No han sido pocas las veces que mi jefe ha reflejado su tristeza por haber acertado en sus pronósticos o especulaciones. Sirva de ejemplo el pringue en el que se encontraba el sistema bancario alemán, revelado a campanadas por Michael Lewis en su libro Boomerang, pero vaticinado años antes por el director de esta publicación.

No obstante, otras visiones que terminan sucediendo le procuran buen ánimo y alegría. Es el caso del último barómetro del CIS, que ha resucitado al PSOE, ha mantenido al PP y ha elevado a un cuarto partido -el tercero sería Podemos– al primer orden de relevancia en el panorama político español: Ciudadanos.

Mi jefe considera que es higiénico que el bipartidismo tradicional se vea cuestionado; que los que se han estado repartiendo el poder (normalmente cada ocho años) vean que pueden perderlo, y por ello se esfuercen en quitarse las telarañas de las coderas a toda prisa.

Bien es cierto que el bipartidismo tradicional puede estar siendo enfrentado por una especie de bipartidismo novedoso, y que con el paso del tiempo el tándem PP-PSOE se vea sustituido por otro formado entre Ciudadanos y Podemos. Esperemos que eso no suceda, pero aunque así fuese en el presente parecen venir curvas tremendamente seductoras para un sistema democrático adormilado.

Acceda a la versión completa del contenido

Curvas seductoras para la democracia

Salir de la versión móvil