¿Bocadillos o raciones en el Retiro? Botella se enfrenta a otra polémica decisión

Los problemas con los kioscos del Retiro parecen no acabar para Ana Botella. Aunque estos establecimientos ya tienen nuevo dueño, el conflicto con los antiguos gestores no ha llegado a su fin, ya que aseguran que la alcaldesa de Madrid no mantendrá la prohibición de elaborar y servir comidas calientes en estos locales.

Las sombras en torno a las nuevas concesiones de los kioscos del Retiro vuelven a cernirse sobre el consistorio madrileño. Las continuas advertencias lanzadas por los que fueran gestores de estos emblemáticos establecimientos respecto a la falta de rentabilidad de los bares-miradores con la subida del canon de la concesión ha llevado ahora el debate al terreno culinario.

Los antiguos quiosqueros aseguran que estos locales, que sólo pueden vender cafés, refrescos, snacks y bocadillos fríos, ni raciones calientes ni menús, han dejado de ser un buen negocio debido a la decisión de Botella de triplicar las tasas de las concesiones. Por ello, sospechan de “alguna maniobra encubierta en este proceso”, y creen que la alcaldesa cambiará ahora las condiciones de los pliegos de la adjudicación para que los nuevos dueños de los kioscos puedan elaborar y servir comidas calientes.

Una denuncia de la que se ha hecho eco el grupo municipal de UPyD, que ha anunciado, a través de una nota de prensa, que pedirá al Ayuntamiento de Madrid “garantías sobre la licitación” de estos establecimientos. Concretamente, el partido “solicitará en la próxima Comisión de Hacienda que el Ayuntamiento se comprometa a mantener la prohibición de elaborar y servir comidas en estos locales, tal como ha venido sucediendo y determinan los pliegos de la licitación”.

UPyD, que califica este proceso como “polémico”, indica que el concejal Mariano Palacios pedirá a Botella que mantenga la prohibición “de dar servicio de cocina a estos locales” para despejar las “sospechas” que han surgido respecto a este concurso y para “preservar las características de un parque tan importante para Madrid como el Retiro”.

Según la formación magenta, el proceso de adjudicación “es muy riguroso al impedir alteraciones en la configuración, materiales, superficies, etc., tanto de los quioscos como de las terrazas de veladores, lo que impide la colocación de nuevos elementos, máquinas o accesorios que alteren el actual modelo de negocio”.

Modelo que ahora parece ser nulo, tal y como aseguran los antiguos quiosqueros, ya que el Ayuntamiento dirigido por Ana Botella modificó los pliegos de condiciones de estas adjudicaciones a finales del año pasado, y aumentó las tasas mínimas desde los entre 10.000 y 19.000 euros actuales según la zona, hasta los 39.895 mínimos que fija el nuevo concurso público, y que en algunos casos llegan hasta los 60.000 euros.

El pasado 8 de mayo el Ayuntamiento, que llevó a cabo el ‘desahucio’ de estos bares-miradores unos días después de que la Justicia dictaminase que los propietarios debían entregar las llaves tras perder la concesión y agotar la prórroga de seis meses que había concedido el consistorio a finales de 2011, entregó las concesiones de los kioscos 1, 3, 4, 6 y 7 a sus nuevos gestores.

Llos nuevos dueños de estos establecimientos, que ostentarán la gestión durante diez años, son Casa Remigio SL, hostelera que se hará cargo de los establecimientos 1 y 3 y que también gestiona los restaurantes y quioscos de Madrid Río; Iván Adrián Moreno, que se ha hecho con los kioscos 4 y 7; y Diego de la Barrera, que se queda con el número 6. Estos dos últimos son adjudicatarios de otras concesiones administrativas de hostelería municipal como los Veranos de la Villa o las cafeterías de polideportivos.

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