Escribo estas líneas para el año XX de EL BOLETIN el 7 de noviembre, justo cuando se cumplen 20 años de un suceso atroz que conmocionó a toda España. Aquel día de 1991, ETA asesinó al niño Fabio Moreno, de tan sólo dos años de edad. Un cruel asesinato que, desgraciadamente, fue sólo uno entre los 46 que registró aquel año, una entre las 858 tragedias que nos ha dejado para siempre la sinrazón de la violencia.
Han pasado muchas cosas desde aquel lejano 1991. ETA continuó asesinando y los diferentes gobiernos y los partidos democráticos y las fuerzas de seguridad y los jueces y los países vecinos, y sobre todo la sociedad, la sociedad vasca y la sociedad española, aguantamos el tirón luchando contra ellos con toda la fuerza del Estado de Derecho. Con una política grande.
Hoy sabemos que la violencia terrorista ha tocado a su fin. Sabemos que hemos ganado la batalla, que la hemos ganado todos y entre todos los ciudadanos de bien. Y aunque nunca podremos llenar el vacío que nos han dejado las víctimas, seguiremos honrando su recuerdo y su verdad, que es la única posible.
Sí, lo hemos conseguido. Y Ahora comienza la legislatura de la paz. Una legislatura para cerrar heridas sin olvidar, para superar esa subcultura de la violencia que han creado tantos años de crimen y fanatismo, para construir una convivencia en el respeto a la ley y a la pluralidad. No será tarea corta ni fácil, pero ya sabemos que somos muy capaces de hacerlo.
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