El Sindicato de Enfermería denuncia la falta de personal, los días de descanso adeudados y las bajas que no se cubren de manera inmediata. A pesar de que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha celebrado este miércoles en la inauguración de la nueva UCI del Hospital Niño Jesús –reforma pagada por una ONG a base de donativos– que el 25% de las camas de unidades intensivas pediátricas se encuentran en la región, el Sindicato de Enfermería – SATSE no olvida una serie de problemas que afectan a esta medicina y a la calidad de la sanidad pública. Aparte de denunciar que sólo hay una cama por cada 18.809 niños, la organización centra la mirada en las condiciones laborales de las enfermeras.
Y para demostrar la situación que vive este personal sanitario, Mercedes Sánchez-Ramade, secretaria general de Acción Sindical de SATSE, afirma a ElBoletín.com qué escenario tienen que vivir en el Hospital Clínico de Madrid. “Sólo a las enfermeras en este año se les debe 9.000 días de descanso. Hay gente a la que se le adeuda más de 30 días”, sostiene la responsable de la organización.
Una denuncia de la “precariedad” que vive diariamente la plantilla de enfermería en las UCIs Pediátricas a la que se les ha sumado un conflicto que ha llegado a la Comunidad de Madrid con el invierno: un brote de bronquiolitis que ha provocado la saturación de estas camas, tal y como publicó la Cadena SER. “Las urgencias se saturan y hay algunas instalaciones tercermundistas”, asevera Sánchez-Ramade.
Un problema al que no ayuda, como denuncia SATSE, que algunas enfermeras hayan librado “sólo cuatro días en el último mes”. De hecho, el sindicato asegura que hay trabajadoras de estas UCIs que tienen que asumir las bajas de otras compañeras enfermas por gripe “ya que la Consejería de Sanidad sólo cubre aquellas bajas de más de 30 días”.
“En algunas UCIs, hay enfermeras que sólo han librado unos pocos días a lo largo del mes y el agotamiento, el estrés y el cansancio se incrementa sustancialmente”, explican desde SATSE. Un escenario que se torna peligroso tanto para las profesionales como para los pacientes. “Trabajas más estresado y puede influir directamente en la calidad asistencial que es lo que más nos preocupa”, lamenta a este medio Sánchez-Ramade.
Por ello, desde la organización sindical, como instan otros sindicatos, no olvidan cuál es su “caballo de batalla”: una falta de personal donde ni tan siquiera, como narran, se cubren las bajas.
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