Isabel Jordán asegura en el juicio de la Gürtel que muchos de los actos que se encargaban a la red corruptas tenían como objetivo el “posicionamiento político” de la expresidenta regional. El juicio del ‘caso Gürtel’ continúa a pesar de que el foco mediático haya perdido intensidad después de la declaración de Francisco Correa. El turno de intervención está protagonizado por Isabel Jordán, la administradora de algunas de las empresas del jefe de la trama, que, como ya hizo Pablo Crespo, ha sacado en la sala un nombre propio: el de Esperanza Aguirre.
Si el número dos de la Gürtel aseguró ante el juez que el Gobierno de Aguirre mandaba fraccionar los contratos de los actos de la expresidenta de la Comunidad de Madrid para que se pudiese adjudicar a dedo a la trama, Jordán ha afirmado que Aguirre conocía la empresa de Correa Special Events y a sus integrantes, así como que estaba muy ligada a los polémicos eventos que aludió Crespo.
“La señora presidenta opinaba y muchas veces”, ha sentenciado la calificada como la gestora de la Gürtel, en referencia a los actos que eran diseñados por la trama en la Comunidad de Madrid. De hecho, Jordán ha declarado que fue la propia Aguirre la que tumbó uno de los proyectos que desarrollaba la trama: el ‘kit de presidencia’.
Según la acusada, las exigencias de Aguirre hicieron imposible sacar adelante la idea que consistía en un ‘paquete’ en exclusiva para la líder popular en el que se incluían atriles, traseras e iluminación y un escenario diseñado sólo para ella. A su vez, Jordán ha desvelado que muchos de los actos que se encargaban a la red Gürtel tenían como objetivo el “posicionamiento político” de la expresidenta regional.
Otro de los personajes políticos actuales que han salido de boca de Jordán en sus últimas intervenciones es Rafael Hernando. La administradora ha relatado cómo comenzó a trabajar con Correa. Su relación se inició cuando Jesús Sepúlveda le puso en contacto con el líder de la trama. Ahora bien, fue el actual portavoz del PP en el Congreso el que le presentó, en 2002, a Sepúlveda, según ha contestado la acusada a las preguntas del abogado del exmarido de Ana Mato.
Respecto al trato personal entre Hernando y Jordán, ha desmentido que fuera un amigo y ha explicado que se trataba más bien de un “conocido”, tal y como ha recogido Europa Press. “Le había visto tres o cuatro veces, tenía relación con su mujer”, ha apuntado. Una relación que echó a andar en el momento que en “una conversación” habló de que estaba intentando “incorporarse al mercado laboral” después de haber tenido a su hija. En ese momento, el portavoz del PP en la Cámara Baja le comunicó que tenía constancia de que en la parte de organización de eventos del partido estaban buscando una persona y, por ello, le facilitó el número de teléfono de la sede nacional para ponerse en contacto con la secretaria de Sepúlveda.
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