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Nuevos horizontes

Marihuana

Cuando hablamos de la legalización de la marihuana, una de las primeras cosas que debemos preguntarnos es si esta se hará para poder disponer de semillas CBD (es decir, se legalizará por motivos médicos), o si se añadirá a esta despenalización también el uso recreativo de esta sustancia. El CBD es un cannabinoide no psicoactivo y por ello el de mayor alcance en el tratamiento de dolencias como el glaucoma o la epilepsia, o en la minimización de los efectos secundarios derivados de terapias agresivas como la quimioterapia. Recientemente se ha legalizado en Colombia el uso de la marihuana con fines medicinales, y están a espera de que los ministerios de Salud, Justicia y Agricultura reglamenten y determinen el alcance de esta medida.

Para que nos hagamos una idea de la complejidad que conllevan estas legalizaciones aparentemente mucho más sencillas, el trabajo por hacer tiene que ver con áreas tan dispares y complejas como producción, fabricación, adquisición, importación, exportación, almacenamiento, transporte, comercialización, distribución, uso y posesión de las semillas de la planta. Por si esto fuera poco, cada país que implementa este sistema ciertamente más laxo con las llamadas “drogas blandas” es observado con lupa por el resto y mucho más por sus vecinos, sobre los que repercuten especialmente las consecuencias derivadas de estos cambios. Y es que resulta imposible imaginar que una medida de este calado puesta en marcha en México, por ejemplo, no repercutiría a sus vecinos norteamericanos o al resto de los países de Latinoamérica que se encuentran en plena cruzada antidroga.

Por eso es importante la distinción que el proyecto marca específicamente, y es que no es una legalización del uso recreativo sino del médico, especialmente indicado para enfermos graves o terminales, distinción que no es baladí siendo Colombia una de las principales naciones productoras de marihuana y siendo esta droga la más consumida del país.

En cuanto a sus vecinos latinoamericanos, Chile, Puerto Rico y Uruguay ya cuentan con medidas similares.

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