El exconsejero de Aguirre declara hoy en la comisión de la Asamblea para aclarar la actividad de la fundación Arpegio. «Nada me apetece más que hablar de la Operación Púnica después de esta semana de pasión, y responder a todas y cada una de las acusaciones infundadas, de las calumnias que he tenido que escuchar a lo largo de estos días», ha iniciado el supuesto cabecilla de la trama y exnúmero dos de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, su comparecencia en la comisión de la corrupción en la Asamblea. Se refería al fin del secreto de parte del sumario del caso, tras el que la red corrupta ha copado portadas durante toda la última semana.
El exviceconsejero de Presidencia debía declarar hoy ante la comisión de corrupción política en el legislativo madrileño, pero se ha escudado en que su actual situación, en prisión preventiva desde finales de 2014, no le permite comparecer ante el legislativo madrileño “en las mismas condiciones que el resto de comparecientes”.
Antes de permitir ninguna pregunta, se ha quejado reiteradamente de que otros cargos llamados a comparecer «consultan todo tipo de datos a los que yo no tengo acceso y por tanto poco puedo aportar sobre hechos de hace diez años”, ha insistido.
“Les pido que me dejen contestar a esto cuando tenga documentos. Ese es un contrato, por mucho que ustedes se empeñen, entre la consejería de Cultura y una empresa, pero yo ahí no tuve nada que ver”, ha defendido ante las preguntas sobre contratos de la fundación Arpegio, considerada por la investigación de la trama Púnica como instrumento del exviceconsejero de Presidencia de Aguirre para pagar favores y regalos.
Es el argumento que Granados ha usado ante las preguntas del portavoz de Ciudadanos en la comisión, César Zafra, aunque la explosión verbal del exdirigente político ha estallado ante las preguntas de Ramón Espinar. El diputado de Podemos ha preguntado a Granados sobre los motivos de la fundación Arpegio en 2006 refiriéndose a las últimas informaciones sobre la trama (regalos, favores, alusión a prostitutas) y calificándo al exdirigente de “rey del golferío madrileño”.
Esa referencia ha soliviantado a Granados, que ha cargado contra Espinar: “Golferío es el dinero manchado con el dinero de la sangre del pueblo venezolano”, ha cargado. “Golferío es asaltar las capillas de la universidad”, ha continuado, con acusaciones contra Podemos por “unos carnavales en los que se pega a jueces”, “cabalgatas de reyes” o “tomar al asalto la clase bussiness”, entre otros ataques a la formación morada.
“Usted no representa a la ciudadanía”, ha lanzado contra Espinar, recordándole que él es “inocente hasta que alguien demuestre lo contrario”. «Lo de ustedes es un escándalo. Usted está sentado en un parlamento democrático cuando sus dirigentes han asesorado al Gobierno que tiene subyugado al pueblo venezolano», ha insistido.
Defensa y ataque a Aguirre
Granados ha tenido palabras para Esperanza Aguirre en la sesión de hoy. En primer lugar ha afirmado no entender que la expresidenta no haya respetado su presunción de inocencia. «Y eso que va de liberal, como yo», ha apuntado.
Pero a renglón seguido ha considerado que lo que persigue la Asamblea mediante esta comisión es «tapar la gestión de Aguirre con todo esto». Ha aclarado que su relación con la actual portavoz del PP en el consistorio ha sido casi nula en los últimos años, y se ha referido a «una o dos» llamadas con la que fuese su jefa al frente del Ejecutivo regional.
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