Podemos, PSOE y Ciudadanos apuestan por acabar con esta modalidad que ha sido tan criticada tanto por el colectivo como por la plataforma de juristas ‘Dos Millones de Votos’. Los reclamos de la Marea Granate han sido desoídos por el Partido Popular. El programa electoral que lleva Mariano Rajoy a las elecciones generales no ha incluido lo que exige esta plataforma: revocar el voto rogado que se pide desde 2011 a los españoles que viven en el extranjero. Podemos, PSOE y Ciudadanos sí han prometido acabar con esta modalidad.
En una reforma electoral aprobada en 2011 por PP, PSOE y los nacionalistas de CiU y PNV se dio vida a este voto rogado que tanto ha sido criticado por la Marea Granate y, con la cercanía de los comicios, por la plataforma de juristas ‘Dos Millones de Votos’. Aún siendo aprobado por cuatro partidos, el Gobierno se ha ido quedando sólo en esta forma de ‘acudir’ a las urnas desde el extranjero.
Esa exigencia del ‘voto rogado’, pensada, a priori, para evitar fraudes en el voto emigrante, ha provocado una caída de la participación electoral desde el extranjero, que en generales bajó del 35 al 5% en noviembre de 2011. La multiplicación de trámites para poder votar, un acortamiento de los tiempos (sobre todo, para los españoles que residen fuera de la Unión Europea, que es el caso de 2/3 de los expatriados) y la práctica inexistencia de una publicidad institucional, didáctica y eficiente, que explique correctamente a los electores cómo deben proceder, son las mayores críticas que ha recibido esta forma de rogar el voto.
De hecho, la propia Junta Electoral Central ha llegado a reconocer que existen “dificultades” para el ejercicio del derecho de voto desde el extranjero, según ha informado Europa Press, ya que “la viabilidad de la recepción del voto emitido por los emigrantes en plazo para poder ser escrutado por las Juntas Electorales competentes depende de servicios ajenos al ámbito de competencia de las autoridades españolas”, pues influyen asuntos como los servicios de correos de los países de residencia o la distancia del elector con las representaciones diplomáticas españolas. Tras las numerosas críticas de los españoles que residen fuera del panorama nacional ha hecho que los principales partidos que se jugarán las elecciones generales dediquen un espacio a este colectivo.
Podemos propone que se elimine este voto rogado, pero va más allá y lleva en su programa electoral que los inmigrantes residentes en España puedan votar. El PSOE también ha prometido revocar lo que aprobó en 2011. Y por su parte, Ciudadanos, aunque no incluye en su compromiso el acabar con esta modalidad, el diario El Mundo avanzó hace una semana que la formación que lidera Albert Rivera sí tiene pensado revocar lo que reclama la Marea Granate.