La candidata popular al Ayuntamiento de Madrid ha confirmado la intervención de Rajoy y Aznar en su campaña y ha vuelto a tender la mano al pacto con Ciudadanos. Esperanza Aguirre ya ha tomado cuenta de la última iniciativa jurídica de Podemos en su contra. La candidata del PP al Ayuntamiento de Madrid ha acusado a los “energúmenos” correligionarios de Pablo Iglesias de “incitar al odio” en su contra y de intentar acallar su voz “con pitos y chillidos”.
La lideresa popular se ha despachado así a gusto después de que el juzgado de Instrucción número 42 de Madrid haya admitido a trámite la querella de Podemos por delitos de injurias y calumnias. En una entrevista concedida al espacio ‘Es la Tarde de Dieter’ de esRadio, Aguirre ha llegado a espetar: “Alto y claro, si Podemos quiere meterme una querella, que me la ponga”.
“Hay energúmenos que intentan callar nuestra voz con pitos y chillidos”, ha llegado a comentar en alusión a los querellantes para luego añadir que “a mí, desde luego, no me van a callar”. Unas frases con las que ha querido zanjar la enésima polémica con la formación nacida de las aulas de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense a la par que lanzar un mensaje a sus seguidores.
En el transcurso de la entrevista, en la que ha defendido que simplemente se ha hecho eco de informaciones aparecidas en prensa, tal y como ya comentaba en su perfil en una conocida red social, la candidata a la Alcaldía de Madrid ha reconocido que Podemos sigue estando fuerte en las encuestas, pero que ella espera ser la opción de los madrileños.
Para ello, Aguirre reveló que en su campaña estarán presentes tanto el actual presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, como su antecesor popular, José María Aznar. Después ha añadido que aún le falta cerrar la intervención de la que fue líder de los populares vascos, María San Gil. “María, voy a llamarte ahora mismo”, ha asegurado haciendo un guiño de humor la presidenta del PP de Madrid.
Después de defender que “Cataluña es España” y que no comparte el discurso de descalificar a Ciudadanos por su origen catalán, se ha atrevido a aventurar que los madrileños la darán “una victoria clara, tirando a muy clara” en los comicios del próximo mes de mayo. Sin embargo, a la luz de la fragmentación de voto que apuntan las encuestas a consecuencia de la irrupción de nuevas fuerzas políticas, ha reconocido que “eso no quiere decir que pueda gobernar”, dejando una vez más la puerta abierta al pacto con los seguidores de Albert Rivera, cuyo proyecto ha calificad de “muy respetable” con el único pero de su programa fiscal.
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