La auxiliar de enfermería ha llegado a un acuerdo con la facultativa que la atendió en un ambulatorio de Alcorcón para evitar una querella por injurias. Teresa Romero se ha retractado hoy de sus palabras y ha reconocido que no informó a su médico de familia de que había atendido a pacientes con ébola cuando acudió al centro de salud ante los primeros síntomas de su contagio. La auxiliar de enfermería ha llegado a un acuerdo con la facultativa que la atendió en un ambulatorio de Alcorcón evitando así la querella por injurias con la que le había amenazado la doctora.
Según recogen diversas agencias, la auxiliar ha aceptado íntegramente la declaración de la médico de familia, que aseguraba que Romero fue a verla cuatro días antes de su ingreso en el Hospital Carlos III y que no le dijo que había atendido a los misioneros contagiados de ébola que habían sido repatriados.
Asimismo, ha explicado la abogada de la médico de familia al término del acto de conciliación que ha tenido lugar en un juzgado de Alcorcón, Romero ha reconocido que en ningún momento llegó a rebasar el umbral de fiebre que estaba fijado para controlar posibles contagios de ébola, de 38,7 grados.
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