En una entrevista en Catalunya Ràdio recogida por Europa Press y al se preguntada si le gustaría continuar como ministra de Igualdad, ha respondido: «Por supuesto, voy a estar a disposición y creo que es útil lo que hacemos». Y ha añadido que «si eso es posible y si eso es así» seguiría dejándose la piel y el cuerpo en que las transformaciones feministas-
Y ante la pregunta de si, aunque ella no fuera la Ministra, Podemos podría tener un Ministerio, Irene Montero ha asegurado que «eso sería bueno para España» y ha defendido que Podemos «durante muchísimo tiempo» fue la única fuerza política que defendió el gobierno de coalición.
Dice que nunca ha pensado que tuviese que dejar de trabajar, ante la pregunta de si se había planteado dimitir en algún momento. Al contrario, ha dicho no haberse sentido nunca sola, pero si admite que hubiera deseado «más acompañamiento por parte de, bueno, de algunos compañeros y compañeras cuando la reacción machista venía más fuerte».
Preguntada por su relación con la vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha dicho que no hablan «desde hace mucho tiempo, muchos meses». Y ha dicho desconocer si eso cambiará. «En política puedes tener una mejor o una peor relación personal y aún así tu obligación, al menos yo lo veo así, es ser capaz de seguir desarrollando tu trabajo y de no olvidar nunca el mandato que te ha dado la ciudadanía que es quien te pone ahí, te lleves mejor o peor personalmente con las personas con las que tienes que trabajar».
En cuanto a la denuncia de la jugadora de fútbol Jenni Hermoso contra el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, ha asegurado que el sistema judicial español «está mejor preparado para poder afrontar un caso» como el del beso del presidente suspendido.
De hecho, lo ha atribuido «al avance tan importante que ha supuesto poner el consentimiento en el centro y tener por primera vez obligaciones como Estado», en referencia a la Ley de Libertad Sexual, más conocida como ley del ‘solo sí es sí’.
Respecto al caso de Hermoso, ha avisado que «en el ámbito judicial se tienen que producir los pasos normales» y ha considerado muy importante la respuesta social contundente que a su juicio ha suscitado.
Ha pedido que la deportista «encuentre justicia y, a través de ello, también muchas mujeres reparación al daño» sufrido por ellas mismas.
Montero ha considerado que el caso Rubiales demuestra que el Gobierno ha seguido «el ritmo» a la sociedad con sus actuaciones en materia de Igualdad y ha defendido que la sociedad pide –textualmente– transformaciones profundas, no parches ni pequeñas mejoras.
Ha destacado que a día de hoy «no es una obligación» de ninguna víctima de violencia sexual interponer una denuncia, y ha garantizado que, independientemente de la misma, el Estado tiene obligación de protegerlas y facilitarles atención psicológica, judicial y social.
Asimismo, ha instado a profundizar y acelerar las «transformaciones feministas» de esta legislatura en la siguiente.
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