Imagen real del asteroide Dimorphos contra el que ha impactado la sonda DART. / NASA
El agotamiento progresivo de ciertos recursos terrestres, la demanda creciente de minerales para la transición energética y los avances en cohetes reutilizables y robótica han convertido la idea de extraer metales del espacio en algo cada vez más cercano. Aunque aún en fase experimental, el sector ya atrae inversión institucional, legislaciones pioneras y alianzas público-privadas entre agencias espaciales y compañías tecnológicas.
Según estimaciones de Allied Market Research, el mercado global de minería espacial podría alcanzar 15.700 millones de dólares en 2035, con un crecimiento anual compuesto del 23,5 % entre 2025 y 2035. En paralelo, la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) han financiado programas de prospección de asteroides ricos en metales del grupo del platino, mientras Estados Unidos, Luxemburgo y Japón reconocen la propiedad de los recursos espaciales.
El valor potencial de los recursos espaciales supera el billón de dólares y refuerza el interés por un sector que combina ciencia e inversión
Empresas como Asteroid Mining Corporation (Reino Unido), TransAstra (EE. UU.) o iSpace (Japón) encabezan esta nueva carrera económica más allá de la atmósfera. Su objetivo: desarrollar tecnología capaz de identificar, capturar y procesar materiales de asteroides cercanos a la Tierra.
La expectativa de un mercado de 15.700 millones de dólares en 2035 alimenta la entrada de capital riesgo en compañías que hasta hace pocos años eran consideradas proyectos visionarios. A medida que los costes tecnológicos se reducen, los asteroides se perfilan como un nuevo terreno de competencia económica global.
| Indicador | Valor estimado | Fuente / Comentario |
|---|---|---|
| Tamaño de mercado 2035 | 15.700 millones de dólares | Allied Market Research (2025, proyección) |
| CAGR 2025-2035 | 23,5 % | Crecimiento anual estimado |
| Valor potencial de recursos espaciales | > 1 billón de dólares | Estimaciones NASA y Space Resources Initiative |
| Países con legislación | EE. UU., Luxemburgo, Japón | Reconocen derechos sobre materiales extraídos |
| Principales actores privados | TransAstra, Asteroid Mining Corp., iSpace | Startups líderes en exploración y captura |
Aunque la minería espacial sigue en fase de desarrollo tecnológico y regulatorio, los inversores institucionales la observan como un campo de largo plazo comparable al nacimiento de Internet o la biotecnología. La oportunidad reside en acceder a materiales estratégicos sin impacto ambiental terrestre, un argumento que cobra fuerza en un contexto de transición ecológica.
Los altos costes iniciales y la falta de un marco legal global frenan la expansión comercial inmediata
Entre los desafíos principales figuran los altos costes iniciales, superiores a 500 millones de dólares por misión, la falta de infraestructura en órbita y las incertidumbres legales sobre la propiedad y el comercio de recursos fuera de la Tierra. Estas limitaciones no impiden que el sector avance con rapidez, impulsado por el abaratamiento de los lanzamientos espaciales y el desarrollo de tecnologías de extracción automatizada.
El coste medio de envío al espacio ha caído más del 80 % en la última década, gracias a los cohetes reutilizables de SpaceX y Blue Origin, que han reducido el precio de lanzamiento de 18.000 a menos de 3.000 dólares por kilo. Este descenso cambia la ecuación económica del sector y abre una ventana de viabilidad inédita para futuras misiones de exploración y extracción.
Los fondos de capital riesgo en deep tech y sostenibilidad ven en la minería espacial una inversión estratégica a 20 años vista
La falta de un marco jurídico internacional limita la expansión inmediata, pero no frena el interés de quienes ven en los asteroides la oportunidad de acceder a metales críticos sin degradar el entorno terrestre. El atractivo de esta industria radica en su potencial de rentabilidad y en su valor simbólico: trasladar la exploración científica al terreno económico.
Si las primeras misiones logran resultados positivos, la minería espacial podría consolidarse como la próxima frontera de la economía global.
De la ciencia ficción al negocio emergente, la minería espacial redefine el concepto de inversión alternativa. Con la Tierra acercándose a los límites de su capacidad extractiva, los asteroides se presentan como la nueva mina del siglo XXI. Quienes hoy apuesten por esta industria incipiente podrían ser los pioneros del mercado de los metales cósmicos.
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