El juego comienza en Eurovegas: las inmobiliarias rebotan un 26% en una semana

Eurovegas finalmente se levantará en Madrid, pero mucho antes de que Sheldon Adelson ponga la primera piedra de su macrocomplejo, muchos ya están haciendo juego. Al calor de los rumores sobre la ubicación definitiva de los casinos, la especulación se ha desatado sobre las inmobiliarias de la Bolsa española, que en una semana han visto mejorar su precio de mercado en un 26,5% de media.

Sin duda alguna, la ganadora del ‘póquer de reinas’ en el casino bursátil que ha desatado Adelson en el parqué madrileño ha sido Metrovacesa. La maltrecha compañía ha cerrado la última semana como la segunda cotizada de todo el Mercado Continuo que más se ha encarecido: un 30%. Un porcentaje que, de no haber sido por la cautela de los inversores que en las tres últimas jornadas han decidido pasar por caja y asegurar ganancias, podría haber sido de hasta un 130% arriba.

Y es que, Metrovacesa, participada al 95,6% por cinco entidades financieras españolas a consecuencia de múltiples canjes de deuda, es dueña de un 10% de la Ciudad Norte de Alcorcón, la zona que con más fuerza ha sonado en los mentideros económicos como futuro emplazamiento de Eurovegas. Sin embargo, el hecho de que nada esté cerrado aún en torno a los casinos de Adelson hace que muchos analistas adviertan de que apostar por la endeudada y bajista compañía sea un juego arriesgado que algunos foros de Internet tildan incluso de “ruleta rusa”.

A pesar de todo, movidos por la lluvia de millones que Metrovacesa podría recibir con la venta de sus terrenos al magnate estadounidense, especuladores y oportunistas han borrado de un plumazo las pérdidas bursátiles que hasta la semana pasada acumulaba el valor. Ahora remonta un 10% con respecto a su precio de cierre de 2011 y ha recuperado la ansiada cota del euro por acción, una frontera que muchos analistas consideran clave en las pequeñas y medianas cotizadas.

Otra que ha logrado salir de la categoría de ‘penny stock’, y no por méritos propios, ha sido Uralita. La fabricante madrileña de materiales de construcción ha sido la última en apuntarse a la euforia por Eurovegas y con un único y explosivo rebote en la sesión del viernes ha sido capaz de hacerse con la medalla de bronce en la tabla semanal de revalorizaciones del Continuo. La fabricante de las populares cubiertas y otros materiales como el ‘pladur’ vale hoy un 29% más que hace una semana y nada ha cambiado en la compañía. Tan solo, cabe la posibilidad de que se convierta en unos años en uno de los proveedores de primera línea del macroproyecto.

Tampoco se han perdido el rebote otras ‘ladrilleras’ vinculadas con el mercado inmobiliario madrileño como Colonial (+23%) y Quabit (25,5%). Los rumores de mercado dicen que la segunda, heredera de la inmobiliaria Astroc del empresario valenciano Enrique Bañuelos, posee tierras en el eje Paracuellos de Jarama-Torrejón de Ardoz, otra de las posibles ubicaciones de la que aspira a convertirse en la capital del juego de Europa. Incluso Reyal Urbis (+4,8%) y Realia (+1,3%) han logrado salvar los muebles con holgura esta semana, pese a no haber girado sobre ellas tanta especulación como sobre sus compañeras de obra.

No tanto como el 26% de las inmobiliarias, pero sí un honroso 11,6% es lo que Codere, la única firma de juego cotizada en Madrid, ha logrado arañar en el tapete de Eurovegas. No han faltado los que han preferido apostar por una compañía que también podría participar de cerca en el desarrollo del nuevo sueño del casi octogenario Adelson. Y todo ello a pesar de que la compañía presidida por José Antonio Martínez Sampedro ha cotizado esta semana una drástica rebaja de ‘rating’ por parte de la agencia Moody’s.

Especulación más que otra cosa, advierten los expertos, pero el juego está ya servido en torno a Eurovegas. Queda por ver ahora si las volátiles inmobiliarias serán capaces de consolidar posiciones la próxima semana o si volverán a sus toboganes bajistas de origen dejando, probablemente atrapado a más de un inversor incauto que no haya fijado los convenientes ‘stops’. Las quinielas están sobre la mesa, los rumores corren por la sala. ¡Hagan juego!

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