Habría que remontarse a 1962 para ver un mes de mayo peor para las Bolsas estadounidenses al que está a punto de finalizar. Wall Street no ha sido ajeno a los temores sobre los efectos de la crisis de la deuda soberana de la zona del euro, que se iniciaron en Grecia, pero que se han ampliado también a las finanzas públicas del sur de Europa.
A falta de conocer los datos de cierre de hoy (el lunes cierra el parqué por la celebración del Memorial Day), el Dow Jones pierde un 6,8%, mientras que el S&P se deja un 8,6%. En ambos casos son las mayores pérdidas en mayo desde la ‘era Kennedy’.
El miedo a que la crisis de la deuda soberana europea, que ha obligado a no pocos países a anunciar medidas drásticas para reducir el déficit, eche por tierra la recuperación económica mundial, ha llevado a los inversores de todo el mundo a impulsar las ventas, aunque en las últimas sesiones el nerviosismo parece haber dado paso a una calma tensa. Los temores por la salud del euro no dejan de inquietar a los principales operadores del mercado.
Este mes ha estado cargado de sobresaltos, como el que se vivió el pasado día 5, cuando el Dow Jones llegó a caer más de un 9% (casi 9.000 puntos) durante apenas 10 minutos. Una apuesta bajista de 75 millones de dólares realizada sobre 50.000 opciones en el mercado de Chicago sería, según una información publicada por ‘The Wall Street Journal’, uno de los principales desencadenantes del colapso.
La crónica, más o menos negra, de la negociación bursátil moderna, ya tiene un nuevo y espectacular protagonista: el ‘hedge fund’ Universa que gestiona el veterano Mark Spitznagel. Esta gestora habría puesto en marcha los mecanismos que desencadenaron el cataclismo, aunque los presuntos responsables de la catástrofe negaron la mayor.
A raíz de este susto, la SEC acordó medidas para evitar caídas extremas en las cotizaciones de las empresas. Estos mecanismos, conocidos como cortocircuitos, estarán vigentes en todos los parqués del país. Hasta ahora, sólo existían en el NYSE. Mercados electrónicos como el Nasdaq carecían de estos mecanismos y la SEC ya había anunciado su intención de generalizarlos. El organismo regulador acordó que las acciones de las empresas que coticen en cualquier mercado del país no podrán sufrir oscilaciones superiores al 10% en cinco minutos.
Las principales Bolsas del mundo se encaminan a cerrar su peor mes desde febrero de 2009, fecha que marcó el punto de inflexión en la crisis financiera. Los grandes parqués se dejan de media un 11% de su capitalización. El Ibex 35 pierde desde el 30 de abril un 9,4%, su mayor caída desde el 9,82% que perdió hace quince meses.
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