Prisa rechaza revelar si Abril-Martorell recibirá o no indemnización

El consejero delegado de Prisa abandonará su puesto en tres meses pero ya es oficial. Un preaviso tan holgado que plantea la cuestión de posibles indemnizaciones. Prisa guarda con celo los detalles de la retirada del que ha sido su consejero delegado durante los últimos tres años. Ni una palabra al respecto de la posible indemnización a la que podría tener derecho Fernando Abril-Martorell al pasar a un segundo plano en la directiva de un grupo que rechaza comentar los pormenores de un relevo que no se consumará hasta octubre.

El comunicado que Prisa remitió ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dando cuenta de la retirada de su ‘número dos’ no hace ni una sola mención a cuestiones monetarias. Fuentes de la compañía que seguirá presidiendo Juan Luis Cebrián tampoco han querido hacer comentarios a las preguntas de ElBoletin.com sobre este particular. Sin embargo, otros documentos remitidos con anterioridad al supervisor del mercado dan pistas de por dónde podrían ir los tiros en caso de que Abril-Martorell tenga derecho a este pago.

La sección en la que el último informe de retribuciones de Prisa detallaba las “indemnizaciones pactadas” para la cúpula directiva de la compañía explica que el contrato del consejero delegado tendría derecho “a una indemnización bruta de una anualidad de la última retribución fija y variable abonada” siempre y cuando su marcha se produjese por “desistimiento unilateral por simple voluntad de la sociedad”. A razón de estas líneas, el montante a percibir por el relevado podría alcanzar los 1,6 millones de euros.

No obstante, en el comunicado que se remitía en la tarde de ayer al supervisor, se explicaba que no era la compañía sino el propio Abril-Martorell el que había mostrado “su intención de abandonar sus funciones ejecutivas como consejero delegado a partir del próximo 1 de octubre”. Un preaviso que, sin embargo, ha levantado las sospechas en el mercado, pues la indemnización comentada más arriba tiene como clausula inevitable un periodo de preaviso de tres meses, los mismos que se marcan para notificar su retirada voluntaria y no tener que correr con la devolución de su salario fijo a Prisa por el tiempo de incumplimiento de este calendario.

Aunque fuentes del mercado apuntan que el todavía consejero delegado se quedará dentro de la dirección de Prisa, este no parece impedimento para el cobro de la hipotética indemnización. En la documentación remitida a la CNMV no se recoge nada al respecto y otros casos recientes en compañías españolas el paso de primera línea a perfiles más moderados de dirección tampoco ha sido inconveniente a la hora de recibir compensaciones millonarias.

De momento, lo único cierto que ha trascendido es que “durante las próximas semanas” y “bajo la supervisión del presidente” Juan Luis Cebrián se trazará la hoja de ruta para una “sucesión ordenada” en el segundo puesto de poder de la casa editora de ‘El País’. El asiento del hombre llegado desde Credit Suisse en 2011 y al que muchos señalan como artífice de la reestructuración financiera y de capitales de la compañía lo ocupará a partir del próximo octubre José Luis Sainz, el hombre fuerte de Cadena Ser y ‘El País’. Cuando llegó Abril-Martorell, Prisa acababa de dar entrada a los estadounidenses de Liberty, cuyo representante en el consejo de administración de la española no hace mucho que abandonó su puesto.

En el tiempo de descuento para su retirada -quién sabe si dorada- se cierran los cabos sueltos de una nueva revolución en el mapa accionarial de la compañía. Tras la tercera refinanciación de deudas de la compañía en tres años, acaba de anunciarse una ampliación de capital diseñada a la medida de su último inversor de referencia: el mexicano Roberto Alcántara. El máximo directivo de Grupo Toluca suscribirá nuevas acciones por 100 millones de euros para reforzar su peso en la compañía española. Y, de paso, las finanzas de la propia empresa.

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