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El culebrón familiar de los Vicario

Está claro que el ‘culebrón’ que protagonizan Arantxa Sánchez Vicario y su familia interesa a la gente, basta ver que esta mañana ya era trending topic en Twitter cuando aún ni había comenzado el acto en el que presentaba el polémico libro en el que cuenta sus miserias y al que han asistido más de 80 periodistas, según leo en El País, pero a los que no se les ha permitido preguntar. ¡Hay qué ver hasta dónde llega la dichosa moda de no dejar a los informadores que hagan su trabajo! Para no dejar preguntar, mejor mandar un comunicado, con vídeo incluido. Y se acabaron los problemas.

Y es normal el revuelo que se ha montado, ya que en sus memorias, tituladas “Arantxa ¡Vamos! Memorias de una lucha, una vida y una mujer”, la ex tenista denuncia el maltrato psicológico y el expolio económico al que dice fue sometida por sus padres durante su carrera profesional. Por ello, la exdeportista llegó a la sala de actos de la Casa del Libro de Rambla Catalunya arropada por su marido, Pep Santacana, y muy emocionada, confesó: que sus mis padres han ejercido un control que me ha anulado en muchos aspectos de su vida”.

Pero la gente esperaba más, después de que saliera a luz un extracto del libro en el que la benjamina de los Vicario acusaba a sus padres de haberla dejado en la ruina. Lógicamente la respuesta de su madre, Marisa, no se hizo esperar y en comunicado, muy dolida, amenazó con demandarla.

La verdad es que el hecho de que la tenista haya esperado tanto para desahogarse con sus progenitores y la coincidencia de que lo haga justo para promocionar un libro, que seguro que se vende como un tiro, da que pensar, pero en fin ya se vera… Lo que si tengo claro es que aunque todas partes cuecen habas, me alegro de que en mi familia se cocinen en privado.