Dos asuntos mandan en las portadas: el hecho de que Irlanda

Dos asuntos mandan en las portadas: el hecho de que Irlanda acepte el rescate de la Unión Europea, y la campaña electoral catalana que ha entrado en su recta final, por lo que este lunes hay un aluvión de encuestas al respecto, que siguen la estela de las publicadas ayer por El País y El Mundo, que pronosticaban un triunfo de CiU cercano a la mayoría absoluta.

Hoy La Razón se apunta al carro con un sondeo muy similar que da a los de Artur Mas entre 60 y 62 diputados, mientras que Abc opta por preguntar sobre la política de inmersión lingüística, que lógicamente ‘suspenden’ los encuestados’ y por el problema de la inmigración. Sobre este asunto, la encuesta supone ‘malas noticias’ para los sin papeles, ya que el 79% de los 1.141 encuestados sostiene que no se pueda empadronar a los ilegales, resultados que empeoran en la encuesta de El Mundo, de la que se desprende que “un 47% de lo catalanes está a favor de expulsar a inmigrantes desempleados”. Pedrojota pinta un panorama desalentador en su portada: “los catalanes son partidarios de prohibir el burka, no empadronar a los extranjeros sin papales, de obligar a los inmigrantes a firmar contratos de integración e, incluso prefieren vivir a la lado de una discoteca antes que tener que residir junto a una mezquita”. Menos mal que esos catalanes son 1.650, que es la muestra utilizada para la estadística.

No abandonamos el mundo de las opiniones ni a Pedrojota aunque pasamos al rescate irlandés del que director de El Mundo elogia la rapidez con la que se ha tomado, “en tiempo récord”, una decisión que urgía “porque las tensiones en los mercados amenazaban con contagiar a Portugal”.
Acabamos con el editorial de El País que aporta una solución para la asfixia que sufre el Ayuntamiento de Madrid: “autorizar refinanciaciones limitadas a cambio de planes de austeridad comprometidos por las autoridades municipales y controlados por el Gobierno”. Reconoce que “ello equivaldría a una intervención del Ministerio de Economía (…) pero es que la mala gestión debe pagarse”.

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