La Comunidad de Madrid tiene sobre la mesa el decreto para regular a las casas de apuestas. Entre las medidas, el Gobierno de Ángel Garrido ha propuesto que estos salones de juego no puedan estar a más de 100 metros de los centros educativos. La FAPA Giner de los Ríos se ha mostrado insatisfecha y ha reclamado que la distancia se eleve hasta los 800 metros.
Sin embargo, el vicepresidente del Ejecutivo madrileño, Pedro Rollán, ya ha rechazado esta propuesta de la asociación de padres y madres: “Si estamos hablando de 800 metros tendríamos que irnos casi a los Picos de Europa para montar un establecimiento de estas características”.
De esta manera, el dirigente del Gobierno autonómico ha cerrado esta posibilidad aseverando que “hay un término intermedio”. Rollán ha censurado que estos 800 metros, ante el “gran número” de colegios en Madrid, obligaría a “ir a las calles más retiradas de los polígonos industriales” para encontrar una casa de apuestas.
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El vicepresidente de la Comunidad de Madrid ha lamentado que con esta medida de la FAPA Giner de los Ríos se dejaría un “caso urbano imposible” para estos salones de juego. Por ello, ha defendido los 100 metros de su normativa en vista de que la propuesta de los padres presenta unas diferencias “abismales” entre cifras.
Mientras, Rollán ha recriminado a los empresarios del juego que avancen el “apocalipsis” con este decreto de la Comunidad de Madrid. Según les ha recordado, las distancias entre colegios y estos locales no son “abusivas”, por lo que ha tachado de “muy precipitado” que ya se dibujen las consecuencias de la norma.
El dirigente del PP ha insistido en que tienen una “hoja de ruta” clara y así regular que “no exista publicidad engañosa y que los menores de edad no accedan, dada la preocupación que existe en las familias madrileñas”.
Pese a ello, el Consejo Empresarial del Juego y la Asociación Española de Empresarios de Salones de Juego y Recreativos han denunciado que si sale adelante el decreto se podrían perder 1.400 empleos y se podrían cerrar 140 salones de juego y 80 casas de apuestas por sus medidas “desproporcionadas”.
Respecto a la distancia de 100 metros, los empresarios han señalado que afectaría a aquellos locales que estén en un momento de renovación de su autorización. Algo que, según han apuntado, “atentaría contra la seguridad jurídica” y que podría llevar consigo un crecimiento de locales en ciertas zonas.
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