La violencia en el fútbol, una espiral que no cesa

Conviene recordar que el fútbol sí tiene normas: manuales, reglamentos y criterios técnicos para planificar accesos, separar aficiones y evacuar recintos. El problema, como demuestra la hemeroteca de la violencia en el fútbol, no es la ausencia de reglas, sino su aplicación irregular por parte de organizadores, fuerzas de seguridad y responsables políticos.

Avellaneda reabre el debate

El duelo de octavos entre Independiente y Universidad de Chile se detuvo en el 48’ por la escalada de violencia en la grada. Los balances preliminares hablan de más de un centenar de detenidos y decenas de heridos, con al menos varios de gravedad.

Conmebol anunció que actuará “con la mayor firmeza” y elevó el caso a su Comisión Disciplinaria. Mientras, desde Chile y Argentina se cruzaron reproches por el operativo y por la segregación de aficiones en el estadio.

La suspensión por falta de garantías de seguridad y la posterior investigación disciplinaria ilustran una constante: cuando fallan los anillos de seguridad y el control de flujos, la probabilidad de disturbios y avalanchas se dispara.

La suspensión se decretó en el 48’ con el partido 1-1 y dejó más de 100 detenidos y decenas de heridos

Un siglo de tragedias que cambiaron el juego

Los estadios han vivido episodios luctuosos cuyas causas se repiten: sobrecupos, salidas bloqueadas, fallos policiales y malas evacuaciones. He aquí un extracto (ordenado por víctimas mortales) de las más graves, a partir del anexo de referencia:

La tragedia de Hillsborough fijó en 97 las víctimas reconocidas y aceleró transformaciones en seguridad y gestión de aforos en Reino Unido

Para dimensionar el impacto, también hay registros de incidentes con cifras muy altas de heridos: Furiani (1992), con 2.857 heridos por el desplome de una tribuna; Heysel (1985), con 600 heridos; Kayseri (1967), 600; o Ibrox 1902, 587. La casuística es diversa, pero los patrones se parecen demasiado entre sí como para hablar de “hechos aislados”.

Qué exigen los manuales: de la Green Guide a las guías de FIFA

La Green Guide británica —referencia técnica mundial— y las guías de estadios de FIFA detallan estándares para gestión de aforos reales, control de accesos por capas, rutas de evacuación sin obstáculos, separación efectiva de aficiones y centros de control operativos.

Aconsejan una evaluación de riesgo previa con planes verificables y auditorías periódicas sobre instalaciones y procedimientos. La seguridad en estadios es ingeniería, gestión y disciplina operativa, no una intuición de último minuto.

El trípode clave es aforo real, evacuación segura y stewards con autoridad operativa

Sudamérica: el Reglamento de Seguridad de Conmebol 2025

El Reglamento de Seguridad de Conmebol 2025 y su Manual de Funciones obligan a designar Oficiales de Seguridad (OSC), a coordinar inspecciones técnicas y a planificar anillos, filtros de entrada, ocupación de gradas, control de tránsito, ubicación de hinchadas, plan de evacuación y asistencia médica.

El marco —vigente para Libertadores y Sudamericana— fija responsabilidades del club organizador y prevé medidas disciplinarias si no se garantiza la integridad del espectáculo.

El operativo debe prever desde la segregación física hasta el centro de mando y la trazabilidad de aficiones de riesgo

El enfoque argentino: ley nacional y Aprevide

En Argentina rige la Ley 23.184 (régimen penal y contravencional para la violencia en espectáculos deportivos), con sanciones que van de la prohibición de concurrencia al arresto y la multa.

En la provincia de Buenos Aires, la Aprevide —agencia del Ministerio de Seguridad— regula los operativos, puede limitar público visitante, y exige requisitos operativos a clubes y ligas. La norma ha sido actualizada y reglamentada en diversas ocasiones; su eficacia depende de la planificación previa y de la capacidad de cumplimiento en los accesos y dentro del estadio.

Qué habría evitado el caos de Avellaneda

• Segregación real de la parcialidad visitante con corredores estancos y cinturones de separación

• Control por capas en accesos (cacheos, boletería nominal, filtrado de objetos)

• Stadium Control Room con autoridad para pausar o vaciar el estadio ante señales de escalada

• Rutas de evacuación despejadas y personal capacitado para dirigir flujos

• Coordinación previa club–policía–Conmebol con inspecciones y simulacros

Nada de esto es nuevo. Está escrito —y probado— en manuales y reglamentos. Cuando se cumple, la probabilidad de tragedia cae; cuando se improvisa, la historia enseña cómo termina.

Incidentes con más heridos (referencia)

Avellaneda es la enésima alerta. Las reglas existen —FIFA, Green Guide, Conmebol y la Ley 23.184— y los datos históricos son contundentes. Falta gobernanza operativa y tolerancia cero con el incumplimiento: sin auditorías, centros de mando con autoridad real y rendición de cuentas, la estela de violencia en el fútbol seguirá escribiéndose.

Línea temporal completa de tragedias en estadios (1902–2025)

* Nota metodológica sobre 1955 (Nápoles): la entrada específica del estadio y fuentes locales solo documentan heridos (≈160, 8 graves) y ningún fallecido.

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