Reunión de la Junta de Portavoces del Congreso con intervenciones telemáticas y bajo la presidencia de Meritxell Batet
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha insistido este martes ante los portavoces de los distintos grupos parlamentarios en la necesidad de rebajar la crispación en el debate político y les ha recordado que la ciudadanía, en este momento de crisis, quiere «soluciones y alternativas», no broncas.
Así lo ha verbalizado Batet durante la Junta de Portavoces horas antes de que este miércoles el Pleno se vuelva a reunir para debatir la que se espera sea la última prórroga del estado de alarma y acoger una nueva sesión de control al Gobierno.
Batet ha telefoneado durante los últimos días a los distintos portavoces para invitarles a reflexionar sobre el desarrollo de los últimos debates y la importancia de no perder el respeto entre los oradores ni ante la ciudadanía.
Y es que la tensión entre los distintos partidos e intervinientes se hizo evidente tanto en el Pleno de control de la semana pasada como en algunos de los debates de la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social de España tras el Covid-19.
NO LO VINCULA A EPISODIOS CONCRETOS
El miércoles pasado, por ejemplo, se produjo un rifirrafe entre la portavoz del Grupo Popular, Cayetana Álvarez de Toledo, y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. Él se refirió a ella como «marquesa» en varias ocasiones y ella le replicó llamándole «hijo de terrorista» dada la militancia de su padre en el FRAP.
Al día siguiente, Iglesias acusó a Vox de anhelar un «golpe de estado», lo que llevó a su portavoz, Iván Espinosa de los Monteros, a abandonar la Comisión de Reconstrucción. El presidente de este órgano, Patxi López, admitió que no había sabido atajar la situación y horas después estalló y abroncó a los diputados tras un nuevo enfrentamiento, esta vez, entre Vox y el secretario general del PCE y diputado de Unidas Podemos, Enrique Santiago.
Este martes, ante la Junta de Portavoces, Batet ha comentado que no quería vincular la llamada a reconducir el buen tono de los debates con ningún episodio concreto, pero, según han informado fuentes de la Presidencia, ha insistido en la conveniencia de recordar que el debate público afecta a todos los grupos puesto que todos quieren el bien del Parlamento y la democracia.
Así, ha retirado su petición de que los oradores se traten con respeto y se ha mostrado satisfecha de sus conversaciones privadas con los máximos representantes de los grupos y la buena disposición con la que, ha dicho, han acogido sus demandas.
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