Blanca Estrella Ruiz, presidenta de la asociación Clara Campoamor
Blanca Estrella Ruiz, presidenta de la Asociación Clara Campoamor, se siente «abochornada» por la intervención del diputado socialista Juan Carlos Campo durante el debate sobre la prisión permanente revisable celebrado este jueves en el Congreso de los Diputados. «No me he recuperado de ver cómo alguien de mi partido arremetía contra las víctimas», ha señalado durante una entrevista en la COPE.
Juan Carlos Campo leyó unas palabras de Patricia Ramírez, madre del niño Gabriel, en las que pedía que no se extendiera la rabia no sin antes manifestar que «nunca deberíamos haber tenido este debate bajo el paraguas de la tristeza y el desagrado que produce la muerte del pequeño». Pero su momento más duro ha sido cuando cargó contra el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, por «mancillar el gesto de la madre de Gabriel» cuando le entregó una bufanda para «colarse» en la catedral de Almería donde se celebraba el funeral.
Blanca Estrella admite que «los familiares se sintieron muy dolidos» por las palabras de este diputado y ella también. «Ya no sólo fueron sus palabras, diciendo que las víctimas tenían sed de venganza y rabia. También el tono despectivo y chillando. En un partido socialista, ¿cómo hubiéramos imaginado que hubiera gente de este calibre?»
La presidenta de la Asociación Clara Campoamor ha anunciado que cuando se siente con Pedro Sánchez va a pedir la dimisión del diputado y afea al partido su postura sobre la prisión permanente revisable. “Este no es el PSOE de nuestros abuelos. Pido perdón a las víctimas por lo de ayer” ha sentenciado.
La presidente de esta asociación ha confesado en “Herrera en COPE” que todavía no se ha recuperado del “bochorno y la vergüenza” que pasó ayer al ver “como alguien de mi partido” que actúa como portavoz en el hemiciclo del Congreso “sube a defender su postura de no a la prisión permanente revisable y lo que hace es arremeter contra las víctimas”. Blanca Estrella Ruiz reconoce que está muy dolida, asegura con rotundidad que “a mí nadie me utiliza” como manifestó Juan Antonio Campo, un diputado socialista al que dice no conocer.
Y recalcó que en su postura, contraria a la derogación de la prisión permanente revisable, no hay “rabia, coraje ni odio”
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