Trofeo de la Premier League
El contraste es evidente. Este verano la Premier League ha gastado alrededor de 3.500 millones de euros en traspasos, con operaciones como la de Alexander Isak al Liverpool por unos 150 millones de euros o la llegada de Florian Wirtz desde el Bayer Leverkusen por 120 millones de euros. Sin embargo, la mayoría de entidades no dispone de liquidez suficiente ni para afrontar tres meses de salarios.
Según el análisis, solo uno de cada cinco equipos logra mantener un balance neutro entre ingresos y gastos. Entre los 94 clubes que componen las cuatro divisiones profesionales, apenas 11 cuentan con dinero disponible para cubrir sueldos durante un trimestre.
El dato más llamativo es que el 58% de los clubes ingleses es técnicamente insolvente, lo que pone de manifiesto una dependencia excesiva de los dueños o de ingresos extraordinarios para evitar la quiebra.
La precariedad económica se extiende incluso en la élite, donde solo un club de la Premier League, el Brighton&Hove Albion, cumple con los estándares financieros que marcará el nuevo regulador
La creación del Independent Football Regulator (IFR), impulsado por el Gobierno británico, responde directamente a esta situación. El organismo, que comenzará a operar a finales de 2025, tendrá competencias para controlar las finanzas de los clubes, revisar la idoneidad de propietarios y directivos y garantizar la participación de los aficionados en decisiones estratégicas.
Entre sus facultades destacarán la protección del patrimonio de los clubes –nombre, estadio, colores– y la posibilidad de impedir su adhesión a competiciones cerradas, como la Superliga, que desafían el principio de mérito deportivo.
La crisis no se limita a la Premier League. En el resto de categorías profesionales solo Cambridge United, Carlisle United y Wimbledon cumplen con los mínimos que exigirá el IFR. Y si se baja hasta la sexta división, el único caso que aprueba todos los requisitos es el Bath City, de carácter semiprofesional.
El informe constata que la sostenibilidad financiera es más la excepción que la norma en el fútbol inglés, incluso en divisiones con ingresos modestos
División profesional | Clubes totales | Insolventes (%) | Cumplen estándares IFR |
---|---|---|---|
Premier League | 20 | ~50% | 1 (Brighton&Hove Albion) |
Championship, League One, Two | 74 | ~60% | 3 (Cambridge, Carlisle, Wimbledon) |
Sexta división (ejemplo) | N/A | >70% | 1 (Bath City) |
La implantación del IFR supone un punto de inflexión para el fútbol inglés. Los clubes deberán ajustar sus modelos de negocio, diversificar ingresos y controlar sus gastos si no quieren quedar fuera de los nuevos estándares. El reto es mayúsculo: adaptarse a tiempo o enfrentarse a sanciones y, en el peor de los casos, a la desaparición.
El informe Fair Game 2025 no deja dudas: el fútbol inglés necesita un regulador para garantizar que el espectáculo no se sostenga sobre un castillo de naipes financiero. La temporada 2025-2026 arranca con la pelota rodando en los estadios, pero también con la sombra de la solvencia como gran partido pendiente.
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