“¡Hartas de los minutos de silencio! Contra las violencias machistas y los silencios que las encubren necesitamos muchos más medios y recursos…”. De esta manera, la Enfermería ha lanzado un grito contra la falta de acción en la lucha para erradicar la violencia machista. Y el destinatario de esa denuncia tiene nombre y apellidos: Gobierno de Mariano Rajoy.
El Sindicato de Enfermería (SATSE) ha tachado como “imprescindible” que se apueste en mejorar las miradas de estos profesionales para ayudar a las mujeres víctimas de la violencia machista. En este sentido, la profesión ha dado un paso al frente reclamando que “se potencie la labor que realizan los profesionales de Enfermería en la detección y tratamiento de los casos de este tipo de agresiones”.
Según han recordado desde la organización sindical, el trabajo por hacer es aún más grande: “Desde el ámbito sanitario, y en coordinación siempre con los servicios sociales, se puede hacer mucho para ayudar a cualquier mujer víctima de violencia de género”. Y más al ver que las consultas en los centros de salud se han convertido en un punto “fundamental en la detección y tratamiento”.
Sin ir más lejos, la Asamblea de Madrid debatió y aprobó hace unas semanas que los servicios sociales y sanitarios pudieran tener la potestad de evaluar si una mujer está en situación de violencia machista. “Un profesional de la sanidad que tiene en consulta a una mujer y ve que está sufriendo violencia tiene que poder certificarlo; tiene que poder hacer un informe experto y detallado. Queremos ampliar el número de profesionales que acrediten cuando una mujer está siendo víctima de la violencia y además establecer que esos profesionales pueden hacer sus informes”, defendió Clara Serra, diputada de la formación morada, en declaraciones a EL BOLETÍN.
De esta manera, el Sindicato de Enfermería ha considerado que esta ayuda “mejoraría considerablemente con una mayor formación y coordinación del equipo interdisciplinar que trabaja en los centros”. Al mismo tiempo, han instado a que se implementen la puesta en práctica y desarrollo “de los protocolos de actuación existentes en los casos de mujeres víctimas de agresiones”.
Por último, SATSE ha demandado la generalización de programas formativos específicos que ofrezcan a todas las enfermeras y enfermeros más habilidades para detectar, evaluar e informar sobre los malos tratos ocasionados” a aquellas mujeres que acuden a los centros sanitarios. Algo que engloban como necesario al ver que, “en muchas ocasiones, no se atreven a contar lo que realmente está pasando en sus hogares”.
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