El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas
«El Estado de palestina aplaude el informe de Amnistía Internacional sobre el régimen de apartheid y las políticas y prácticas racistas contra el pueblo palestino», ha dicho el Ministerio de Exteriores palestino a través de un comunicado.
Así, ha señalado que «Amnistía Internacional se suma a una larga lista de distinguidas organizaciones de Derechos Humanos y expertos palestinos, israelíes e internacionales que demuestran la ocupación colonial israelí por lo que es: un sistema institucionalizado de opresión y dominación contra el pueblo palestino diseñado para legitimar su expansión colonial, negar a los palestinos su derecho inalienable a la autodeterminación y eliminar la historia, el presente y el futuro de los palestinos en su patria».
«El informe es una afirmación detallada de la cruel realidad de cimentado racismo, exclusión, opresión, colonialismo, apartheid e intento de eliminar al pueblo palestino que han permanecido en pie desde la Nakba», ha dicho, en relación a la creación del Estado de Israel en 1948.
«Es una realidad en la que el Estado está estructurado para mantener la dominación de judíos israelíes asegurando la perpetua negativa de los derechos fundamentales y nacionales del pueblo palestino», ha manifestado, antes de resaltar que esto sigue en pie ante «el abandono voluntario de las obligaciones bajo el Derecho Internacional por la inacción y la complicidad documentada».
De esta forma, ha incidido en que el informe de Amnistía Internacional «debe llevar a los que han elegido el apaciguamiento y la inacción a realinear sus acciones con sus posiciones declaradas y sus obligaciones internacionales».
«Permitir que esta brutalidad y deshumanización al por mayor e institucionalizada del pueblo palestino continúe sin consecuencias es una traición a los valores y principios de los Derechos Humanos universales», ha argüido.
«Dicha traición impactará negativamente también en los derechos y vidas de las víctimas de la injusticia en todo el mundo. Esto socavará la lucha global por la justicia y la aplicación universal de los Derechos Humanos. Sería simplemente inexcusable», ha defendido.
De esta forma, ha recalcado que «el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU están obligados a escuchar las pruebas aplastantes presentadas por Amnistía Internacional y otras destacadas ONG y hacer que Israel rinda cuentas por sus crímenes contra el pueblo palestino, incluidas sanciones».
«De la misma forma y con urgencia, la Fiscalía del Tribunal penal Internacional (TPI) debe investigar el crimen contra la Humanidad del apartheid por parte de Israel sin mayores retrasos», ha dicho, antes de agregar que «el pueblo palestino seguirá ejerciendo su derecho legítimo a oponerse y resistir a todas las formas de ocupación, colonización, deshumanización, racismo y apartheid hasta lograr justicia y materializar sus derechos a la autodeterminación, retorno, libertad e independencia».
La ONG ha acusado al Gobierno de Israel de cometer crímenes de apartheid contra la población palestina y ha reclamado al Tribunal Penal Internacional (TPI) que lo considere en sus investigaciones en marcha en los Territorios Palestinos Ocupados (TPO).
Amnistía ha solicitado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas un embargo «integral» de armas a Israel que abarque todo tipo de armas y municiones, además de equipos antidisturbios, así como sanciones como el bloqueo de activos contra los funcionarios más implicados en la comisión de estos crímenes.
«Las autoridades israelíes deben rendir cuentas por cometer el crimen de apartheid contra la población palestina», ha indicado la organización en un informe que recoge que Israel «impone un sistema de opresión y dominación a la población palestina en los lugares donde tiene el control de los derechos de ésta».
«Nuestro informe revela el verdadero alcance del régimen de apartheid israelí. Vivan en Gaza, Jerusalén Este, Hebrón o en el propio Israel, los palestinos y palestinas son tratados como un grupo racial inferior al que se priva sistemáticamente de sus derechos», ha manifestado la secretaria general de la ONG, Agnès Callamard.
«Concluimos que las crueles políticas de segregación, desposesión y exclusión en los territorios que están bajo control de Israel constituyen sin duda apartheid. La comunidad internacional tiene la obligación de actuar», ha indicado, antes de incidir en que «no hay justificación posible para un sistema construido en torno a la opresión racista institucionalizada y prolongada de millones de personas».
Así, ha hecho hincapié en que «el apartheid no tiene cabida en el mundo y los estados que deciden hacer concesiones a Israel se encontrarán en el lado equivocado de la historia». «Los gobiernos que continúan suministrando armas a Israel y que lo protegen de la rendición de cuentas ante la ONU están apoyando un sistema de apartheid, menoscabando el orden jurídico internacional y exacerbando el sufrimiento del pueblo palestino», ha agregado.
Por ello, ha sostenido que «la comunidad internacional debe afrontar la realidad del apartheid israelí y recurrir a las numerosas vías para que se haga justicia que permanecen lamentablemente inexploradas».
Amnistía ha dicho que ha documentado actos cometidos por Israel prohibidos en la Convención contra el Apartheid y el Estatuto de Roma y ha afirmado que se promulgan «múltiples medidas» para negar a los palestinos sus derechos y libertades fundamentales, en «un ataque sistemático y generalizado» con el objetivo de «mantener el sistema de opresión y dominación».
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