Oriol Junqueras en su declaración en el Supremo.
“Se me acusa por mis ideas y no por los hechos. Entiendo que este es un juicio político. Me considero un preso político”. Así ha iniciado el ex vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, su turno de respuestas en el juicio del procés, donde ha recordado que su propuesta de encontrar una solución política “sigue vigente”.
El líder de ERC, a quien la Fiscalía pide 25 años de cárcel y otros tantos de inhabilitación por rebelión agravada por la malversación de fondos públicos, insiste en que no va a renunciar a sus posiciones “democráticas” y defiende “el derecho a la autodeterminación”.
Sobre la presunta malversación, destaca que “no se destinaron fondos públicos a la celebración del referéndum. No es que lo diga yo, que también, así lo ha dicho también el ministro de Hacienda y el jefe del gobierno”.
Junqueras ha respondido las preguntas de su defensa y obviado las planteadas por las distintas acusaciones (Fiscalía, Abogacía del Estado y Vox).
“Antes que demócratas somos buenas personas”, ha afirmado el ex vicepresidente de la Generalitat, quien ha recordado el europeísmo de su partido y que su objetivo es “buscar consensos en la sociedad” a través de la negociación. El líder de ERC ha insistido en que su voluntad siempre ha sido el “diálogo”.
Sin embargo, lamenta que cada vez que intentad dialogar se encuentran enfrente con una silla que “siempre está vacía”. A su juicio, “esto no se resuelve poniendo a gente en la cárcel”.
Oriol Junqueras ha comparecido en el Tribunal Supremo con la voluntad también de trasladar el espíritu “pacífico” de sus posiciones políticas y defender su inocencia. “Trabajar para la independencia de Cataluña de forma pacífica no es delito. Nada de lo que hemos hecho es delito”, ha destacado.
El que fuera vicepresidente de la Generalitat asegura que “siempre hemos rechazado la violencia. Si hubiese cualquier tentación de alguien de no actuar de forma cívica y pacífica, nos desvincularíamos de esto. De hecho, nos situaríamos en frente”.
Oriol Junqueras, que por momentos ha enfatizado partes de su declaración, ha querido justificar que “si en algún momento elevo demasiado el tono es porque llevo un año y medio sin poder hablar”.
Por otro lado, ha destacado que no tiene nada en contra de España. De hecho, ha afirmado que “amo a las gentes de España y a la lengua y cultura españolas, porque es verdad”.
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