El exministro de Transportes José Luis Ábalos en una comparecencia en la comisión del Senado. (Foto: Senado)
El exministro José Luis Ábalos sostiene que el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) incurre en errores conceptuales y sesgos que perjudican su imagen pública. En su contrainforme, titulado Observaciones al informe de la UCO de 17 de marzo de 2025, desmonta los principales argumentos de los investigadores, especialmente los relativos a la Fundación Internacional de Apoyo al Desarrollo Local y Social (Fiadelso), bienes inmuebles en el extranjero y su vinculación a sociedades.
La defensa de Ábalos afirma que la UCO «yerra» al considerar a Fiadelso como una sociedad, subrayando que se trata de una fundación sin ánimo de lucro. Además, insiste en que Ábalos no recibió retribución alguna por su vinculación con la entidad, sino que realizó aportaciones económicas y cedió el uso de un inmueble de su propiedad.
Ábalos sostiene que su participación en Fiadelso fue altruista y que la fundación cesó su actividad sin deudas ni expedientes de reintegro de subvenciones
Sobre el terreno en Chimbote (Perú), Ábalos explica que fue adquirido a nombre de particulares porque Fiadelso no tenía personalidad jurídica en el país. No obstante, afirma que los terrenos fueron donados a la fundación, que desarrolló actividades culturales, formativas, sanitarias y sociales hasta su cierre.
Con el cese de la actividad de Fiadelso, el inmueble quedó abandonado y fue ocupado ilegalmente en 2019, lo que llevó a Ábalos a emprender acciones legales como único titular registral.
Respecto a una parcela en el Mirador del Carmen de Tuluá (Colombia), Ábalos denuncia que la UCO se equivocó al atribuirle la propiedad de una casa inexistente. Según su versión, compró el terreno en 2003, lo vendió en 2013 sin edificar nada y el informe policial confunde su solar con un terreno contiguo.
Ábalos denuncia «errores graves» en el informe de la UCO, como atribuirle propiedades inexistentes y precios de adquisición «disparatados»
El contrainforme también precisa la titularidad de varias propiedades en Valencia y Madrid. Ábalos explica que:
El piso de la calle Humilladero en Madrid fue comprado por una exesposa y alquilado posteriormente a su exasesor Koldo García.
Asimismo, aclara que un contrato encontrado en el ordenador de Víctor de Aldama relacionado con otro local en Valencia «nada tiene que ver» con el auténtico documento de compraventa.
En relación a las 258 cuentas bancarias que la UCO le atribuye, Ábalos indica que solo tuvo control sobre siete: una del PSOE valenciano y seis personales y familiares.
Sobre los vehículos, admite la compra de un Land Rover de segunda mano a Joseba García y un Volkswagen adquirido en 2022, negando cualquier otra relación con los vehículos mencionados en el informe policial.
Finalmente, sobre la sociedad de su hijo, External Programes Consulting, recalca que nunca se ha dedicado a la cooperación internacional al desarrollo, desmintiendo así otra de las sospechas del informe.
Ábalos concluye su escrito denunciando que la investigación contra él se está llevando como una «causa general» basada en errores y prejuicios, sin respeto por la presunción de inocencia. Además, expresa su preocupación por el desamparo ante posibles errores futuros en la actuación de las autoridades.
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