Médicos Sin Fronteras
La suspensión de los envíos, utilizada como estrategia para presionar al movimiento islamista Hamás, está generando graves consecuencias para la población civil, que ya enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes.
Israel ha suspendido nuevamente la entrada de ayuda humanitaria en un intento por forzar a Hamás a aceptar un nuevo plan de alto el fuego impulsado por Estados Unidos. Esta propuesta alternativa se presenta tras la expiración de la primera fase del acuerdo inicial, sin visos de continuidad.
Desde MSF advierten que la interrupción de la ayuda ha generado incertidumbre y miedo entre la población, además de provocar un aumento en el precio de los alimentos. «Israel está bloqueando una vez más el acceso de toda una población a la ayuda, utilizándola como moneda de cambio. Es inaceptable, indignante y tendrá consecuencias devastadoras», ha denunciado Caroline Seguin, coordinadora de emergencias de la ONG en Gaza.
Aunque el número de camiones que han ingresado a Gaza ha aumentado desde el inicio del alto el fuego, MSF denuncia que las restricciones impuestas por Israel a los suministros críticos están dificultando gravemente la respuesta humanitaria.
«La mayor parte de la ayuda que ha entrado se ha limitado a alimentos y combustible, que son insuficientes para cubrir las enormes necesidades de la población», ha advertido la organización.
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