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Finlandia facilita a los especuladores un nuevo ataque contra el euro

El ministro de Finanzas finés, Jyrki Katainen, ha mostrado su disconformidad con el nuevo Fondo de Rescate Europeo (EFSF, por sus siglas en inglés) que pretende ser anunciado a finales de este mes. Según algunos expertos consultados por EL BOLETÍN, este mecanismo podría suponer el principio del fin de la crisis del euro. De no salir adelante, la especulación puede volver a hacer acto de presencia en torno a la moneda única.

El pasado fin de semana los miembros de la zona del euro pactaron anunciar en marzo una ampliación del presupuesto del EFSF, que actualmente se encuentra en los 300.000 millones de euros, para que pudiese contar con 500.000 millones de euros. Sin embargo, unos días después de este principio de acuerdo, el ministro finés ha dado marcha atrás y asegura que su país se opone al mencionado incremento.

Katainen ha asegurado que no quiere sellar ningún tipo de acuerdo referente al EFSF hasta mediados de abril, cuando el país celebre sus elecciones. Si el partido en el que milita Katainen –centro derecha- se mantiene en el poder, él se convertirá en el primer ministro del país. El político ha argumentado que tras la disolución del Parlamento finés ayer martes, aprobar un incremento del capital del Fondo requerirá una sesión de debate extraordinaria.

Finlandia pertenece al ya conocido en los ambientes financieros como Club de la Triple A, que componen los países de la zona del euro que cuentan con la mejor calificación establecida por las agencias de rating. Este Club lo componen, por el momento, Alemania, Francia, Austria, Holanda, Luxemburgo y la propia Finlandia.

El problema que han explicado fuentes cercanas a la negociación a este periódico reside en que, la ampliación del EFSF no sería necesaria si todos los países que participan en él (son 15, pues Grecia e Irlanda están exentos de esa responsabilidad debido a los rescates financieros recibidos en 2010) tuviesen una calificación triple A, ya que no habría necesidad de incrementar el presupuesto del Fondo a modo de garantía.

Los países triple A, por tanto, han tratado de que sean los países con una calificación menor los que costeen este incremento. Y algunos expertos señalan que el Gobierno de Finlandia no ha querido asumir el coste político de tener que poner dinero para aumentar la capacidad de este mecanismo sin, en teoría, ser necesario debido a la solvencia del país.

Según fuentes cercanas a la industria de los hedge funds consultadas por este medio, el Fondo de Rescate Europeo podría ayudar a comprar deuda griega e irlandesa y asegurar así la financiación de ambos países, gravemente perjudicados por la coyuntura económica internacional. El Gobierno griego, que preside el socialista George Papandreou, ha admitido hoy que es posible que necesite de nuevo ayuda internacional para capear el temporal económico y social que atraviesa el país.

El afán de los países europeos –y en especial de Alemania- por mantener una calificación Triple A avala el trabajo de unas agencias de rating que son cada vez vistas con peores ojos por muchos políticos y expertos financieros, con el presidente del Eurogrupo Jean-Claude Juncker siendo el último que se ha pronunciado en este aspecto.

Juncker ha declarado recientemente que “no está contento” con el rol que asumen las agencias de calificación tras sus últimas decisiones. “En EEUU la gente dice que los mercados financieros no deben ser asesorados siempre por estas agencias”, comentó el también primer ministro de Luxemburgo.

El presidente del Eurogrupo hacía estas declaraciones en alusión a las rebajas que Moody´s (cuyo principal accionista es el magnate Warren Buffet) realizó hace unos días a las deudas soberanas de Grecia y España. Además, Moody´s ha rebajado tras los comentarios de Juncker la calificación de Portugal.

La agencia ha anunciado que la nota de la deuda soberana, que mantiene los bonos lusos en perspectiva negativa, desciende de A1 a A3 la víspera de que el Estado portugués subaste entre 750 y 1.000 millones de euros en obligaciones del Tesoro nacional.

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