Trump atacó a Clinton recordando las denuncias de acoso sexual de Bill Clinton y por haber defendido cuando era abogada a un hombre acusado de violar a una niña de 12 años. El candidato republicano Donald Trump resistió hoy los ataques de la candidata demócrata Hillary Clinton en un segundo debate presidencial tenso, en el que no sólo hablaron de política, sino también de sexo.
Los dos candidatos no se dieron la mano al inicio del segundo debate presidencial, como suele ser lo habitual. La tensión se sentía en el ambiente.
Trump llegaba tocado al debate después de la crisis abierta en el partido republicano y en su campaña a raíz de un video de 2005 en el que hacía comentarios vulgares y lascivos sobre mujeres.
Muchos líderes republicanos le han retirado su apoyo y algunos incluso han pedido que se retire de la campaña, algo que él se ha negado a hacer.
Su rival le echó en cara las barbaridades que ha dicho de las mujeres durante la campaña electoral y lo mal que las trata.
Pero Trump no retrocedió. Decidió pasar al ataque. El multimillonario dio una rueda de prensa sorpresa antes del debate presidencial con cuatro mujeres que han acusado en el pasado al ex presidente Bill Clinton de conducta sexual inapropiada: Juanita Broaddrick, Paula Jones, Kathleen Willey y Kathy Shelton. E invitó a tres de ellas al debate, al que también acudió Bill Clinton.
Durante el debate, Trump quitó hoy importancia al video de 2005 sobre mujeres y atacó a Bill Clinton por sus denuncias de acoso sexual en el pasado.
El candidato dijo que lo que expresó en el video de 2005 era «una conversación de vestuario». «No estoy orgulloso de ello y pido disculpas», señaló el candidato republicano, quien negó que haya abusado sexualmente de mujeres como alardeaba en el video.
Clinton recordó que «Trump ha dicho que el video no representa quién es. Cualquier persona que lo haya escuchado sabe exactamente quién es. No nos representa».
Trump atacó a Clinton recordando las denuncias de acoso sexual de Bill Clinton y por haber defendido cuando era abogada a un hombre acusado de violar a una niña de 12 años.
«Si ves a Bill Clinton, lo mío son palabras, lo suyo son acciones», dijo el candidato republicano.
El segundo debate presidencial abierto y con preguntas del público fue más dinámico que el primero, lo que permitió más intercambios entre los dos candidatos y más momentos tensos.
Trump dijo que si él fuera presidente de Estados Unidos su rival Hillary Clinton estaría «en la cárcel» por haber usado un servidor privado para sus correos electrónicos cuando ella era secretaria de Estado. Y amenazó con nombrar a un fiscal especial para investigar a Clinton si llega a la Casa Blanca.
La candidata demócrata volvió a admitir que fue un error utilizar un servidor privado y aseguró que siempre se ha tomado muy en serio, cuando era senadora y secretaria de Estado, el manejo de información clasificada.
Pese a toda la tensión que hubo durante el debate, el cara a cara entre Clinton y Trump terminó con un broche positivo, gracias a una pregunta final del público. Un votante indeciso les preguntó si podían decir alguna cosa que respeten de su rival.
Clinton salió del paso como pudo y dijo que respetaba a los hijos del multimillonario. «Respeto a sus hijos. Sus hijos son increíblemente capaces y dedicados y creo que eso dice mucho sobre Donald», dijo Clinton. «No estoy de acuerdo con nada más que él dice o hace», dejó claro la candidata demócrata.
Trump, por su parte, reconoció que su rival, la demócrata Hillary Clinton, es «una luchadora» que «nunca se rinde».
«Ella no abandona. Ella no se rinde. Y respeto esto… ella es una luchadora», dijo Trump como rasgo positivo de su adversaria. Al final del debate, los candidatos se dieron la mano, algo que no habían hecho al inicio del cara a cara.
Según una encuesta de la cadena de televisión CNN, Clinton ganó el debate según el 57 por ciento de los encuestados, mientras que el 34 por ciento consideró que Trump fue el triunfador.
Independientemente de quien haya sido el ganador, Trump demostró en este debate que él tampoco se rinde y que, al igual que su rival, está dispuesto a luchar hasta el final.
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