Un total de 26 empresas se niegan a cumplir con los requisitos de la nueva ley francesa, en vigor desde principios de abril, por la que los proveedores de alojamiento de contenidos en Francia están obligados a conservar todos los datos de identificación de los internautas. Deben mantener durante doce meses el pseudónimo del usuario, su correo electrónico y contraseñas, entre otros.
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